EL MUNDO
› ISRAEL EMPEZO CON LA EVACUACION FORZADA DE SUS COLONOS EN GAZA
Panorama desde un campo de batalla
Adelantándose al plazo inicialmente previsto, fuerzas del ejército y la policía israelíes irrumpieron antes de la medianoche de ayer en Neve Dekalim, el asentamiento más grande de Gaza. Hubo 700 arrestos, la mayoría de manifestantes que no residen en la Franja.
› Por Donald Macintyre*
Desde Neve Dekalim
El ejército israelí comenzó a avanzar hacia los enclaves judíos de Gaza anoche, en la primera etapa de su operación para desmantelar los asentamientos en el territorio palestino desde que fueron ocupados en la Guerra de los Seis Días en 1967. La histórica operación comenzó antes del plazo de la medianoche –impuesto para que los 8500 colonos de Gaza se fueran voluntariamente–, luego de que la policía, apoyada por el ejército, entrara a Neve Dekalim, el asentamiento más grande de Gaza, desmantelando el portón para poder despejar la ruta y contener los disturbios esporádicos que creaban cientos de manifestantes pro-colonos. El jefe del Comando Sur, Dan Harel, dijo que las tropas ingresaron al asentamiento sólo para registrar casa por casa, en un último intento de que los colonos desalojaran sus hogares voluntariamente. Según la televisión israelí, la evacuación forzosa recién empezaría a las 8 de la mañana hora local (tres de la madrugada en Argentina).
Alrededor de 50 manifestantes fueron arrestados mientras quemaban gomas y tachos de basura, tiraban huevos y bombas de pintura y forcejeaban con oficiales de la policía, intentando bloquear el paso de unos 50 camiones que habían sido ordenados para las cien familias del asentamiento –de unas 450– que habían accedido a irse antes de la fecha límite. Un fotógrafo de la policía fue herido más temprano en Neve Dekalim cuando le tiraron un líquido –que se cree que era amoníaco– en los ojos, después de haber confrontado con unos manifestantes que lo habían perseguido por la calle. En otra parte del bloque de asentamientos de Gush Katif, tres evacuados de Pe’at Sadeh incendiaron sus casas con bombas incendiarias y, al mismo tiempo, humo negro se podía ver en Bedolah, donde los colonos quemaron tres guarderías. Jóvenes de derecha opuestos a la retirada se estaban reuniendo aquí anoche con provisiones de comida y bolsas de dormir en las dos sinagogas adyacentes, al tiempo que se preparaban para la llegada de las fuerzas de seguridad. El ejército quiere sacar a los infiltrados de Neve Dekalim, que estima que podrían ser entre unos 1000 y unos 2500, y ha mantenido sus objetivos para la evacuación en Gaza en estricto secreto, pero la Radio del Ejército reportó anoche que Neve Dekalim sería probablemente uno de los primeros. Los manifestantes, que realizaron una serie de sentadas para bloquearles paso a los camiones, nuevamente insultaron a gritos a la policía, que trajo camiones hidrantes para apagar el fuego de un tacho de basura, uno de los tres que fueron tirados en la ruta principal a Neve Dekalim. Pero la unión de la policía con altos oficiales del ejército forzó a los manifestantes a retroceder en medio de forcejeos. Mientras una mujer policía fue sacada llorando, luego de enfrentamientos con los manifestantes, hubo acusaciones de “capo” –una referencia a los judíos que ayudaban a sus captores alemanes en los campos de concentración–.
A pesar de que varios jóvenes opositores a la desconexión se reunieron en las sinagogas ayer y dijeron que no pretendían ejercer violencia, un manifestante, Zalman Deshiker, de 21 años, que llegó a Gush Katif hace tres meses desde Brooklyn, Nueva York, para oponerse a la desconexión, declaró: “Están sacando a los judíos de sus hogares como lo hicieron los nazis. Lo único que puedo hacer es detenerlos con mi cuerpo. No puedo pensar en otra cosa”. Antes, el mayor general Israel Ziv, jefe de operaciones del Estado Mayor del Ejército, había dicho en Neve Dekalim que los infiltrados serían desalojados hoy, salvo que se dificulten los arreglos con los contactos individuales con el ejército para continuar sacando a las familias de los colonos que puedan estar queriendo irse. El general Ziv aseguró que el hecho de que los manifestantes fueran en muchos casos adolescentes claramente afectaría las técnicas utilizadas para dispersarlos, aunque agregó: “Hay un límite”. Y continuó: “Estas son personas que desde que eran pequeños han aprendido los invalorables estudios de algunos rabinos. Muchos vienen de Judea y Samaria(Cisjordania) y están estudiando en algunos de los colegios de derecha. Lo que están haciendo es tratar condescendientemente a la gente de la zona, que tiene derecho a protestar a su manera. Los pobladores están siendo tomados como rehenes por algunos de estos jóvenes, que no les están dando la posibilidad de decidir por ellos mismos”.
Los manifestantes le destruyeron la cámara a un fotógrafo de Reuters, mientras otros le arrojaron pintura a un coronel del ejército y a otro fotógrafo y, supuestamente, también rompieron los anteojos de otro periodista. Además, dos colonos resultaron levemente heridos durante las protestas, en las que los representantes de los colonos locales aparentemente ayudaban a la policía a controlar la situación. Los líderes locales no hicieron sus llamados habituales a que los opositores bloquearan las rutas. Algunos, incluso, intentaron calmar a los manifestantes.
En una de las dos sinagogas ayer, Shlomit Soreh, de 22 años, y de un kibbutz religioso cerca de la ciudad israelí de Rehovot, aseguró: “Con la ayuda de Dios, nos quedaremos aquí hasta que llegue el ejército”. Su hermano Gilad, también de 22 años, dijo: “Nadie sabe exactamente lo que sucederá aquí. Pero no queremos violencia. Eso es muy importante para nosotros”. Mientras tanto, la policía arrestó a más de 800 opositores de derecha que estaban intentando infiltrarse en la Franja de Gaza, que ha estado sujeta, desde el domingo a la noche, a un cierre militar total.
Un alto oficial de las Fuerzas de Defensa Israelíes dijo al diario Haaretz que, salvo un desastre de último momento, cree que será posible completar la evacuación en un período de 10 días. Ganim y Kadim, dos de los cuatro asentamientos en el norte de Cisjordania que también están programados para ser evacuados, supuestamente estaban vacíos en las últimas horas de ayer. Sin embargo, el ejército está esperando que un tercero, Sa’Nur, oponga la mayor resistencia, con ayuda de residentes ultraderechistas de los asentamientos de Cisjordania.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Laura Carpineta
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