“La decisión de salir de un partido político es un acto de conciencia.” Aunque parezca extraño, esto lo dijo el presidente interino del Partido de los Trabajadores (PT), Genro Tarso, ayer en referencia a la creciente merma de las filas partidarias. Hasta ayer se había calculado en unos 400 militantes, que en un acto simbólico, se afiliaron ayer al Partido Socialismo y Libertad (PSOL), fundado hace dos años por cuatro legisladores expulsados del PT por sus críticas al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y que engruesa ahora la oposición de izquierda. Mientras sus bases se debilitan, el PT y el gobierno de Lula se preparan para una lucha política por la dirección de la Cámara baja, cuando, con la salida de dos diputados petistas del partido, el PT perdió su mayoría en Diputados a favor de la socialdemocracia.
Dentro de los 400 salientes, cinco líderes históricos del PT se destacan. Plinio de Arruda Sampaio, de 75 años –cofundador del PT junto a Lula y candidato a la presidencia del partido en las elecciones internas del 18 de septiembre– anunció su renuncia junto con el diputado Iván Valente. A ellos se unieron el dirigente Herlio Bicudo y los diputados Orlando Fantazzini y Francisco Alencar. El objetivo es que el PSOL “ocupe el espacio (involucrado con los movimientos sociales) que fue abandonado por el PT”, explicó uno de los petistas disidentes, Francisvaldo Mendes. La mayoría de los que salieron del partido apoyaron la candidatura de Sampaio a las elecciones internas, en las que se impuso el Campo Mayoritario aunque habrá una segunda vuelta. Con la salida de Valente y Fantazini, el PT pierde la mayoría en Diputados a favor de la socialdemocracia, dividida entre el apoyo al gobierno y a la oposición.
En Diputados, los dos grandes candidatos para la elección de presidente de esta cámara que se realizará mañana encabezaban el intenso cabildeo para sumar apoyos. El comunista Aldo Rebelo, ex ministro de Coordinación Política de Lula cuenta con el expreso apoyo del gobierno que decidió retirar a su candidato. Como su principal rival se perfila José Thomaz Nonó, del Partido del Frente Liberal, que encarna la línea más dura de la oposición. El presidente del Partido Popular Socialista, Roberto Freire, reiteró ayer que Rebelo es “el candidato del gobierno” y por eso garantizó que no tendrá respaldo de su partido.
A pesar de la crisis los aliados de Lula no olvidan sus promesas. El Movimiento de los Sin Tierra (MST) cumplió y detonó ayer el “septiembre rojo” que había prometido. Con la ocupación de 14 oficinas estatales y seis haciendas en todo el país, bajo la consigna “Lucha de la Reforma Agraria”, el MST busca obligar al gobierno a cumplir con los compromisos que había firmado en mayo luego de una enorme manifestación campesina.