Once meses después que se frustrara el primer juicio en un tribunal civil a Abimael Guzmán y la cúpula del maoísta Sendero Luminoso –en medio de un gran escándalo desatado por algunas arengas lanzadas por los procesados y la incompetencia de los magistrados para llevar adelante el proceso– ayer se inició, por segunda vez, el juicio a los máximos dirigentes del que fuera el Comité Central de la agrupación que en 1980 inició una sangrienta subversión armada.
Para este segundo intento se cambió a los tres miembros del tribunal y se sumaron al proceso otros casos que no estaban incluidos en el primer juicio frustrado, como la matanza en 1983 de 69 campesinos a manos de Sendero. Son 24 los procesados, entre ellos Guzmán; su pareja y número dos de Sendero, Elena Iparraguirre; y Oscar Ramírez, ex número tres de la dirigencia senderista, quien ha roto con su ex jefe, al que ahora llama “genocida”, y que ha anunciado que apoyará con su testimonio los cargos contra sus ex compañeros de la cúpula de Sendero. La fiscalía pidió cadena perpetua para Guzmán, Iparraguirre, Ramírez y otros ocho altos dirigentes senderistas. Para los otros 13 acusados, 25 años de prisión.
Solamente 12 de los 24 acusados están detenidos y estuvieron presentes en la audiencia judicial. Todo se desarrolló en calma, salvo un choque verbal algo subido de tono entre la fiscal, Luz Ibáñez, y Manuel Fajardo, abogado de Guzmán e Iparraguirre. Fajardo dijo que Guzmán desconoce la legalidad de este juicio y que rechaza el cargo de terrorismo. “Lo que hubo en el Perú fue una guerra interna y los miembros de Sendero deben ser juzgados bajo las leyes de guerra de la Convención de Ginebra”, dijo Fajardo antes de ingresar a la audiencia judicial. Fajardo aseguró que no tiene mayores expectativas en este proceso: “En realidad la sentencia ya está dictada y el doctor Guzmán es consciente de que le van a volver a imponer la cadena perpetua que le puso un tribunal militar”. “Este juicio es muy importante porque es una oportunidad para demostrar que la democracia sí puede juzgar y condenar a los senderistas respetando el debido proceso. Por eso creo que este juicio, bien llevado, fortalecerá la democracia”, señaló a Página/12 el analista Carlos Tapia.