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Por Kim Sengupta *
Desde Bagdad

Atentados suicidas mataron ayer a 48 personas e hirieron a otras 46 en un día de incesante violencia en Irak, mientras fueron descubiertos 27 cuerpos mutilados en otro ejemplo de las matanzas generalizadas a lo largo del país. Al Qaida en Irak, que dijo ser responsable por los atentados en hoteles de la vecina Jordania que dejaron al menos 56 muertos y más de cien heridos, también se atribuyó la responsabilidad por los ataques de ayer en Bagdad, uno de los más importantes en los últimos meses.
En Amman, ayer, se observaba en las puertas del hotel Radisson –uno de los objetivos del miércoles– la incesante caravana de coches y de jóvenes que alzaban banderas de Jordania y retratos del rey Abdalá II en repudio a los atentados. Según la declaración de Al Qaida, los hoteles eran “sucios centros de entretenimientos para los traidores” y Amman la ciudad de “judíos y cruzados”. En Irak, un atacante suicida se inmoló luego de entrar al restaurante El Qaduri, en el centro de la bulliciosa ciudad, matando a 35 personas e hiriendo a otras 25, justo después de las 9.40 de la mañana. Entre los muertos, siete correspondían a un grupo de policías y soldados iraquíes que estaban desayunando. El escenario posterior era devastador, lleno de cuerpos destrozados y víctimas en muy mal estado.
Una hora más tarde otro atacante suicida condujo un auto equipado con explosivos a un centro de reclutamiento para el ejército en el pueblo natal de Saddam Hussein, Tikrit, matando a 13 personas e hiriendo a otras 21. Los hombres eran ex miembros del ejército que habían sido despedidos bajo el programa de “desbaasificación”, instituido por las autoridades estadounidenses, pero se les había pedido desde ese momento que se volvieran a unir en un intento de reforzar las fuerzas iraquíes de cara a una insurgencia implacable.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Virginia Scardamaglia.