EL MUNDO › EL EX GENERAL AMENAZA CON VOLVER A PARAGUAY
Prepárense para el oviedazo
“El general Oviedo está escuchando el clamor del pueblo, que quiere su presencia”, dijo ayer el apoderado del ex general paraguayo Lino Oviedo, quien todavía está en Brasil luego de que el Superior Tribunal Federal lo liberó y rechazó su extradición al Paraguay el pasado diciembre. Ni estar condenado a prisión en su país natal, ni haber quedado en prisión durante largos 18 meses en Brasilia son motivos que trunquen las intenciones del ex militar golpista de presentarse como candidato en las elecciones presidenciales de 2003: por lo pronto, se postulará a las internas del oficialista Partido Colorado en noviembre de este año, según informó también su apoderado, el abogado Carlos Galeano Perrone.
Galeano Perrone calificó de “inminente” el regreso a su país del ex jefe del Ejército paraguayo, sostuvo Galeano, quien precisó que su defendido se presentará a las internas del oficialista Partido Colorado de noviembre de 2002 que elegirá el candidato presidencial único del lema para mayo de 2003. El actual presidente paraguayo, Luis González Macchi, se comprometió el martes 8 de enero último que si Lino Oviedo retorna al Paraguay será apresado para completar los 10 años de prisión que fueron confirmados por la Corte Suprema de Justicia. El ex general Oviedo fue condenado a prisión por el intento de golpe de Estado contra el gobierno de Juan Carlos Wasmossy (abril de 1996) y también por su presunta autoría moral del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña (23 de marzo de 1999) y de ocho jóvenes muertos durante una protesta ulterior. Pero no hay duda que la presencia de Oviedo en Paraguay sería un nuevo elemento desestabilizador para el frágil gobierno de González Macchi, quien llegó al poder mediante una turbia componenda parlamentaria, y cuyo actual vicepresidente, Julio “Yoyito” Franco, fue elegido para el cargo gracias precisamente a tratarse de un opositor. Entre otras cosas, Oviedo disfruta del apoyo de una parte importante de las clases más bajas –tradicional fuente de respaldo del Partido Colorado– y de una parte de la oficialidad militar.
Oviedo pasó por Argentina donde encontró asilo con el gobierno de Menem (1999), se volvió clandestino un día antes que asumiera el ex presidente Fernando de la Rúa y fue detenido en junio de 2000 en Foz de Iguazú (Brasil), siendo enviado de inmediato a Brasilia, donde estuvo preso hasta diciembre pasado. La justicia de Brasil rechazó su refugio en ese país y también su extradición al Paraguay, quedando así a la espera de un dictamen de residencia o expulsión.