Opinión

Los cambios requieren consensos

Por Gerardo Morales *

Del proceso en el que se encuentra Bolivia, es destacable la convocatoria a la mesa de diálogo que, al término del plesbiscito, hizo el presidente Evo Morales. El ejercicio político intenta demostrar que cuando están en juego los grandes temas nacionales y la convivencia entre las diferentes partes que componen una sociedad, la prioridad es la Nación en el sentido más amplio. Y esto, desearíamos sea lo más importante para el presidente boliviano.

Este caso, como lo ha sido el debate y desenlace de la resolución 125 en nuestro país, ha puesto en el centro de la escena política la cuestión de la calidad institucional. Si la Constitución del país habilita la consulta como ratificación del mandato otorgado en elecciones generales, los dirigentes y los ciudadanos comunes deberían comprender la envergadura de esa manda constitucional. No se podría concebir la idea de participar del plesbiscito y luego renegar de su resultado.

El ejemplo de Evo Morales permite reflexionar aún más. La América latina toda está alcanzando la madurez cívica y, consecuentemente, sus dirigentes la responsabilidad que ello implica en la conducción de los Estados.

Quien habiendo ganado convoca al diálogo, habilita la superación del conflicto. Sin embargo, nuestra Presidenta, aún con un rechazo contundente, no comprende la necesidad de salir de la confrontación y articular acuerdos.

Cuando la lógica bélica suprime los acuerdos o potencia el autoritarismo del binomio “yo gano-vos perdés”, lejos queda un gobierno, y un país todo, del diálogo, los acuerdos o los consensos. La robustez de las democracias está hecha en bases de consensos y, también, en bases a disensos.

En definitiva, la cualificación institucional del país se revela en las acciones de las mayorías y minorías en convivencia en el sistema democrático, donde para alcanzar grandes cambios –con inclusión social y desarrollo equitativo– se construyen grandes consensos.

* Senador y presidente del Comité Nacional de la UCR.

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Opinión

Hubo respaldos diferenciados

Por Carlos Raimundi *

Indudablemente, el resultado del referéndum significa un fortalecimiento muy grande de Evo Morales, pero también un fortalecimiento de los prefectos de las regiones autónomas, especialmente de Santa Cruz. Ambos fueron respaldados con una fuerte legitimidad popular, aunque con distintas características. Se legitimó el proceso nacional de cambio, encabezado por Evo, que ha llevado a una importante redistribución del ingreso a partir de la nacionalización de los hidrocarburos y de la recuperación de la renta hidrocarburífera y también por muchos programas sociales que se han hecho y que son muy tangibles. Por eso en los barrios más humildes se nota muchísimo la dignificación de los pueblos originarios que han tenido durante estos años en términos de medicina social, de programas para la tercera edad, de alfabetización. Y eso llevó también a su involucramiento en el proceso político. Esa reivindicación económica y sociocultural es algo que las elites de la Media Luna de oriente no pueden soportar.

El discurso de Evo fue sostenido por el respaldo popular, pero al mismo tiempo fue convocante. No desde la debilidad, sino desde el triunfo, desde la legitimidad. En cambio, el discurso de Rubén Costas, el líder de Santa Cruz, fue absolutamente golpista, insultante, racista, impedido de toda capacidad de diálogo y con vocación de aplicar los estatutos autónomos mañana mismo. Pero el problema de la autonomía es el problema de quién se apropia de la renta, no es un problema de elegir los legisladores provinciales. Me da la impresión de que todavía a Evo no le alcanza para consolidar un proceso irreversible, sino que será un proceso todavía signado por dificultades.

La reflexión que queda es si los procesos de cambio que se fundan en cuestiones identitarias tan grandes como en Bolivia tienen que entablar algún canal de diálogo con otros sectores de la sociedad para romper la polarización por mitades. Evo está muy sostenido por el 60 por ciento pero muy repelido por el 40 por ciento, que ostenta mucho poder. Por eso vi alegría pero no vi euforia, porque se sabe que el enemigo es muy fuerte. Evo tiene que extraer algo de ese sector para poder construir hegemonía porque si no no le va alcanzar. Para eso va a ser muy necesario el apoyo regional. Y toda la región está en un proceso de cambio, cada uno con sus particularidades, pero si uno contabiliza, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Paraguay a partir de la asunción de Lugo, por un lado y Chile, Argentina, Brasil y Uruguay, en términos más moderados, parece que en un planteo de hegemonías conservadoras neoliberales o sectores que intentan un cambio, toda la región, salvo Colombia, está en un proceso de cambio.

* Diputado nacional de Solidaridad e Igualdad (SI).

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Opinión

Un proceso que se consolida

Por Patricio Echegaray *

Es una gran victoria de Evo Morales. Estamos hablando de un triunfo plebiscitario de más del 60 por ciento luego de dos años de gobierno, un respaldo muy fuerte para Evo. Además, es una ampliación profunda del espacio democrático porque el referéndum revocatorio es la primera vez que se practica en Bolivia, y casi no hay experiencias en América latina. Aquí no sólo se trata de la derrota catastrófica de la oposición a Evo en La Paz y en Cochabamba, sino que Evo ha crecido cualitativamente en los distritos de la Media Luna. Por lo tanto quedó muy fortalecido.

Evidentemente, como su gobierno es parte de un proceso latinoamericano, se fortalece todo ese proceso. Desde ese punto de vista hay que pensar que el golpe a las derechas bolivianas es un golpe también a las derechas argentinas y venezolanas. El prefecto de Santa Cruz saludaba fervorosamente a los dirigentes del campo, y no ignoramos que durante el conflicto hubo contactos entre las cuatro entidades con la gente de la Media Luna boliviana. Y sale golpeada no sólo la política de derecha, sino las políticas de seudoizquierda que terminaron coincidiendo con la derecha que quería impedir el referéndum, y que, al igual que en Argentina y Venezuela, hacen alianza con la derecha.

Este triunfo de Evo tiene una repercusión positiva hacia Ecuador y Venezuela, y también hacia Argentina. El jefe de asesores en política exterior del Senado norteamericano, acompañado por el embajador Earl Anthony Wayne, después de una visita al vicepresidente del Senado, José Pampuro, declaró estar preocupado por las relaciones de Argentina con Bolivia. Argentina tiene una política exterior vinculada con el proceso de Venezuela, Ecuador y Bolivia, y nosotros vemos eso como algo positivo. Ese es uno de los elementos por los cuales la derecha argentina confronta con el Gobierno pidiendo los mismos enfoques que Estados Unidos: una Argentina que rompa con Evo Morales, con Venezuela, con este avance de la soberanía latinoamericana. ¿Salen fortalecidos los rivales de Evo? Algunos de los líderes opositores salieron fortalecidos. Es bueno constatarlo, pero Evo sale más fortalecido, tiene mucha más fuerza, pero ellos han crecido en su afirmación. Por lo tanto sería imprudente pensar que fueron eliminadas las tendencias a la autonomía. En todo caso, el conflicto va a tener contendientes más poderosos, va a crecer. ¿Morales tuvo o tendrá que hacer concesiones? Seguramente el proceso se consolidará, no se retrotraerá. No ha conseguido el respaldo por las concesiones sino por las confrontaciones y los cambios en favor del pueblo.

* Secretario general del Partido Comunista.

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Opinión

Una excelente oportunidad

Por Diego Guelar *

Es una excelente oportunidad para reconstruir la unidad boliviana, si es eso lo que se plantea. La ratificación de los principales líderes de la oposición y de Evo Morales da un escenario ideal para replantear la Constitución que fue irregularmente aprobada y sienta las bases para una negociación de una Bolivia que contemple todos los intereses en juego. Y el resultado electoral permite esa conclusión. Por supuesto que se puede hacer una interpretación contraria: sería una ratificación exclusiva del pensamiento de Evo Morales y de su partido y eso evidentemente va a ser un tema que va a explotar en una agudización de los conflictos y de los enfrentamientos. A mi juicio el resultado da para una gran negociación de una Bolivia que contemple todos sus integrantes en plenitud.

Se dio la posibilidad de una situación que todos evaluamos como de peligrosa división y de un enfrentamiento. Este resultado avala una negociación que deje sentado el hecho inédito de la primera experiencia desde el período precolombino de un poder indoamericano. La mayoría quechua y aymara que nunca tuvo un representante directo constituye un fenómeno étnico y político extraordinario y ojalá tenga éxito. Ahora, para tener éxito, es cierto que Bolivia no es solamente quechua y aymara, y el resultado electoral lo muestra con mucha claridad, dándole el triunfo a cuatro jefes departamentales de zonas muy importantes de Bolivia, tanto en población como en recursos naturales. Ellos no pueden ser ignorados en la definición de una Bolivia para todos.

El discurso de Evo Morales fue un discurso también muy excluyente. Yo creo que esas son las posiciones con las que se van a sentar a la mesa. Evo dijo que va a la nacionalización de todos los recursos y a la profundización del socialismo. Hizo un discurso muy indigenista y muy socialista. Y los autonomistas hicieron un discurso muy autonómico. Si esos discursos se extreman vamos a una guerra civil. Lo que está claro es que de la combinación surge un mosaico que tiene que ser vertebrado. De ahí surge la habilidad y la grandeza de los dirigentes de interpretar esto en su conjunto y no en su parcialidad.

Desde la posición de PRO entendemos que la influencia de Hugo Chávez no ayuda a la interpretación más democrática y más amplia. No creemos que sea una contribución. Evo Morales debe entender que no lo han votado para que sea un dictador, sino para que conduzca y para que incluya a todos los bolivianos. Debería tomar mucho más como modelo a Chile, a Perú, a Brasil y Uruguay, donde desde una proximidad de centroizquierda han hecho un trabajo muy bueno en consolidar los principios de identidad nacional en diversidad y sin fractura.

* Secretario de relaciones insternacionales de PRO.