Los deportistas israelíes se volvieron un blanco inesperado de la condena internacional al ataque de Israel a la Franja de Gaza. El episodio más llamativo lo vivió la mejor tenista de ese país, Shahar Peer, que ayer enfrentó una pequeña pero ruidosa protesta en el torneo de Auckland, donde perdió un partido de cuartos de final contra la rusa Elena Dementieva, campeona olímpica. Peer, de 22 años, que realizaba su tercera aparición en Nueva Zelanda, señaló que nunca antes había sido víctima de manifestaciones. La israelí, número 39 en el mundo, había rechazado las exhortaciones a que se retirara del torneo. “Vine a jugar tenis. Sé que soy de Israel y estoy orgullosa de mi país”, dijo. Unos veinte manifestantes con carteles antiisraelíes gritaron consignas antes del comienzo del partido de Peer, frente a una estricta seguridad. “No soy el gobierno de Israel y no represento a Israel en política –dijo Peer tras el partido–. Soy una tenista y eso represento ahora.” Sobre los hechos en Gaza, opinó: “Espero que termine tan pronto como sea posible y todos estaremos contentos, porque nadie quiere estar en guerra”. Después de ganarle 6-3, 6-1, Dementieva disculpó a su rival: “Estoy segura de que ha sido una jornada difícil para ella por la situación en su país. Sé que puede hacer un tenis mucho mejor”, argumentó. El activista local John Minto justificó la protesta señalando que Peer “es una figura conocida en Israel, y si manifestara una posición tendría un importante efecto”. La invasión militar de Gaza también provocó, el miércoles, la suspensión del partido de la Eurocopa de básquetbol en el Ataturk Arena de Ankara entre el Turk Telekom local y el equipo israelí Bnei Hasharon, cuyos jugadores se retiraron a los vestuarios por miedo a disturbios, entre los gritos de “Dios es grande” e “Israel asesino” de los simpatizantes turcos que protestaban por la situación, mientras que un grupo islamista radical incendiaba una bandera israelí a las puertas del estadio. La Federación Israelí de Fútbol suspendió todos los partidos del próximo fin de semana. Un portavoz dijo que estaría mal jugar mientras ciudadanos del sur del país viven bajo una lluvia de misiles.