Mientras el gobierno norteamericano ordenaba aumentar la vigilancia sobre los ciudadanos iraquíes residentes en Estados Unidos, el secretario de Justicia, John Ashcroft, obtuvo un triunfo judicial: una corte de apelaciones revocó el fallo de la Corte de Vigilancia de Inteligencia Exterior, que indicaba que el Acta Patriótica aprobada tras el 11 de septiembre violaba la Constitución en lo que concierne a las amplias medidas de vigilancia. La decisión de ayer autoriza al gobierno a vigilar y escuchar las conversaciones de personas sospechadas de terrorismo sin tener que someterse a mayores trabas legales. Ashcroft dijo se trataba de “una victoria para la libertad y la seguridad del pueblo estadounidense”.