Había dos noticias que tenían que sopesar los mercados: la quiebra de United Airlines y el nombramiento de John Snow como nuevo secretario del Tesoro de Estados Unidos. Y el resultado de la ponderación fue una caída en cascada. En Wall Street, el índice industrial Dow Jones cayó un 1,99 por ciento, el índice tecnológico Nasdaq retrocedió un 3,39 por ciento respecto del cierre del viernes y el índice Standard & Poor’s, que suele ser considerado el más representativo de la tendencia, cayó un 2,2 por ciento. Por su parte, el índice NYSE, que mide la variación de todas las acciones que cambian de manos en la bolsa tradicional, descendió 8,62 puntos (o un 1,78 por ciento) hasta los 472,72. Los títulos del Tesoro a 10 años subieron de precio, y su rentabilidad, que se mueve en sentido inverso, bajaron hasta el 4,04 por ciento frente al 4,09 por ciento en que cerró el viernes. Por su parte, el dólar mostró debilidad ante el yen para terminar a 123,36 yenes, y respecto a la moneda única europea hasta los 0,9899 euro. En el resto de las principales bolsas mundiales se produjo el efecto contagio. El índice DAX de la Bolsa de Frankfurt cayó un 4,43 por ciento, el FTSE de Londres un 1,98 por ciento, el CAC de París un 2,2 por ciento, el Ibex 35 de Madrid un 2,09 por ciento, el Mib30 de Milán un 2,54 por ciento, el Swiss Index de Zurich el 1,45 por ciento, y el Nikkei de Tokio registró una moderada caída del 0,4 por ciento.