Brasil apuesta a revertir la influencia militar de Estados Unidos en Colombia. “Vamos a intentar continuar conversando con Estados Unidos y Colombia para desmontar esas bases. Pero por ahora tenemos que reducir el daño de las mismas y con el tiempo intentar revertirlo, tal vez a través de la consolidación de una política de defensa de América del Sur”, proyectó el canciller brasileño, Celso Amorim, en una entrevista. Para el hombre de Luiz Inácio Lula da Silva la estrategia de la región debe ser presionar a Bogotá para que termine los conflictos con sus vecinos. “Los colombianos estarán mucho más protegidos teniendo buenos acuerdos con Venezuela, con Ecuador, con Brasil, que teniendo fuerzas norteamericanas”, opinó. El tema explotó el año pasado, cuando el presidente colombiano Alvaro Uribe anunció que había firmado un nuevo acuerdo con Washington para cederle siete bases militares, supuestamente para combatir mejor el narcotráfico. Brasil y el resto de la región aún desconfían de ese argumento. “Es inexplicable que para combatir el narcotráfico haya aviones con autonomía de vuelo que les permita, con reabastecimiento, ir hasta Tierra del Fuego y volver”, advirtió Amorim.