Santiago Uribe, hermano del presidente colombiano, Alvaro Uribe, negó los vínculos con paramilitares que se le han atribuido en los últimos días en una carta enviada a The Washington Post, en la que también acusó al diario de falta de rigor por haber publicado las acusaciones en su contra. El artículo del matutino estadounidense fue publicado el lunes pasado, un día después de que Página/12 revelara el contenido del testimonio y publicara una entrevista con el ex mayor que acusó a Santiago Uribe.

“Rechazo enfáticamente el artículo publicado por The Washington Post, el 24 de mayo de 2010”, con el que “se pretende desempolvar falsas e infames acusaciones de vieja data en contra mía y de mi familia”, dice la carta del hermano de Uribe, fechada este martes y publicada ayer por el diario colombiano El Tiempo.

Según Santiago Uribe, en ese artículo, “sin equilibrio ni rigor periodístico”, se recurre al “testimonio mentiroso” del mayor de la policía Juan Carlos Meneses, ya retirado, “en sospechosa coincidencia con las elecciones presidenciales” en Colombia, que son el próximo domingo.

“Se trata de acusaciones que han sido examinadas hasta la saciedad y desvirtuadas recurrentemente, tanto por la Justicia colombiana como en los debates públicos que se hicieron en el Congreso de la República”, subraya Uribe.

Después agrega que el “propósito” de esas denuncias es “enlodar la gestión de un Gobierno (el de Alvaro Uribe) que ha combatido con firmeza las organizaciones criminales en todas sus expresiones”. Meneses denunció que Santiago Uribe, hermano menor del mandatario colombiano, encabezó un grupo paramilitar en la década de los noventa en Yarumal (noroeste colombiano).

El ex oficial de la policía contó que el grupo paramilitar Los Doce Apóstoles, supuestamente liderado por Santiago Uribe, asesinó a criminales de poca monta, simpatizantes de la guerrilla de las FARC y supuestos subversivos.

Además, según Meneses, Santiago Uribe le dijo que su hermano Alvaro –que en la década de los 90 era senador y en 2002 fue elegido presidente, cargo que dejará en agosto próximo– conocía esas actividades.

Por su parte, el padre Javier Giraldo publicó una carta en su página web en la que aclara su rol en la denuncia. En primer lugar aclaró que no llevó al testigo a la Justicia colombiana porque otros testimonios que él había recogido sobre el mismo caso no fueron escuchados en la fiscalía general. “En marzo de este año, el mayor Juan Carlos Meneses lo contactó y él (Giraldo) le recomendó exponer su testimonio ante personalidades y juristas de alta credibilidad internacional, dada la falta de interés de la Justicia colombiana en el caso”, dice la carta. El sacerdote también aclaró que Daniel Prado no es abogado del mayor Meneses, sino el apoderado de las familias que fueron víctimas de la estructura paramilitar de la hacienda La Carolina.