EL MUNDO
• SUBNOTA › HABLA VALTER POMAR, VICEPRESIDENTE DEL PT
“No sigan el consejo ajeno”
› Por Mercedes López San Miguel
Valter Pomar vivió la metamorfosis del histórico Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, que a partir del 1º de enero será gobernante de ese país bajo el liderazgo del ex tornero Luiz Inácio Lula da Silva. Pomar, quien lleva 20 años en el PT y es uno de sus tres vicepresidentes, dialogó con Página/12 en Buenos Aires sobre la etapa que se inicia.
–Lula ha dicho que será un año difícil en materia de cumplimiento de objetivos, ¿temen que se aleje del lineamiento del partido, teniendo en cuenta las figuras elegidas en los cargos económicos?
–La política que fue defendida en la campaña electoral tuvo dos fases. A partir del 1º de enero cambia a social y pasa a ser prioridad el combate al hambre. La otra fase del discurso es que no es posible desmontar el modelo neoliberal inmediatamente: habrá un período de transición durante el cual se deberán mantener algunos aspectos de la política económica anterior. Evidentemente, existe un potencial de contradicción entre ambas.
–¿Cómo compatibilizarán llevar adelante los programas sociales y no salirse de los compromisos con los organismos internacionales?
–En el corto plazo, una política de ruptura de los contratos provocaría un desastre que impediría la política social. Habrá conflictos que serán manejados con la política económica: por ejemplo, la tasa de interés es una decisión autónoma del gobierno brasileño y tiene un impacto hondo en la política social. Tendremos más recursos para hacer las políticas.
–¿Con cuánto margen de acción contarán?
–Depende de la movilización social. Los banqueros tienen el poder de penalizar a los países. El margen de maniobra disponible para las políticas sociales va a depender del nivel de organización y presión popular.
–¿Cómo obtendrá el PT mayoría en el Congreso?
–Buscaremos consolidar un bloque propio de apoyo en el Parlamento. Eso no fue posible hasta ahora, porque existen divisiones en el seno del PMDB (Partido de Movimiento Democrático Brasileño), partido que estaba dividido en su apoyo a Lula. De todos modos, es muy difícil obtener un gobierno federal con mayoría en el Congreso.
–¿Cuál prevé será la reacción del ala más radical del PT?
–La izquierda del PT no es problema. Lula obtendrá éxitos si continúa manteniendo a la sociedad brasileña movilizada. En ese sentido, el PT como un todo y la izquierda es parte de la solución. Los problemas que el gobierno de Lula enfrentará serán la derecha: primero Estados Unidos, los políticos conservadores de la política brasileña y el gran empresariado.
–¿Los trabajadores en qué se beneficiarán?
–Van a tener un gobierno de su lado. Las personas que viven en Estados administrados por el PT perciben la voluntad de resolver los problemas. Vamos a destinar más recursos en educación, salud y políticas sociales. Los trabajadores deben mantener sus movilización social, porque la derecha y el sistema financiero internacional van a presionar.
–Con respecto a Estados Unidos, ¿cuál será la relación?
–En lo que depende del gobierno, va a ser una relación de soberanía, de nación a nación. El gobierno brasileño no va a aceptar imposiciones de políticas. La política norteamericana en los últimos años ha sido muy agresiva. Brasil no es enemigo, pero ahora espera que no haya confrontación de Estados Unidos con la política que se implemente a partir del 1º de enero, que abandonará el modelo del “consenso de Washington”.
–¿Con respecto a la región?
–América latina será prioridad en las relaciones con Brasil, en lo político y económico. Es una directriz que ha sido anticipada por el propio Lula. Brasil es uno de los mayores países del continente, puede y debe tener una política activa, para que haga contrapeso a la hegemonía norteamericana.
–¿Cómo fortalecerán el Mercosur?
–La idea es reactivarlo, inclusive no limitarlo a las relaciones económicas –político, cultural– y que se abra un horizonte con la Unión Europea.
–¿Algún plan específico con Argentina?
–Al que compete implementar planes es al gobierno. Puedo decir que Argentina es muy importante para Brasil, porque fue víctima de la misma política económica que ahora nosotros estamos desmontando.
–¿Qué consejos podría dar un partido consagrado como el PT a los partidos políticos de Argentina?
–No seguir el consejo ajeno. Si el PT hubiera seguido las recomendaciones de otros, no habría llegado donde llegó.
–¿Cómo interpreta esta suerte de viraje hacia la izquierda de la región?
–La victoria de Lula, así como la permanencia del gobierno de Hugo Chávez, la elección de Lucio Gutiérrez, de Evo Morales son muestras positivas para la izquierda, abren una oportunidad histórica: no sólo para derrotar al neoliberalismo, sino para construir otro modelo económico.
–¿Ve relación entre los Sin Tierra en Brasil, cocaleros bolivianos y piqueteros en Argentina?
–Sí, como tentativas de organizar a sectores sociales que son víctimas del modelo neoliberal, pero la relación económica, política y social es muy distinta en cada país. Brasil es altamente industrializado, por ejemplo: la batalla es en las grandes ciudades.
–¿Qué va a pasar con el Movimiento de los Sin Tierra?
–Esperamos que estén ocupados haciendo funcionar los asentamientos, las corporativas. La disposición del gobierno federal es hacer la reforma agraria, en ese sentido, la situación va a mejorar.
–Brasil tomó posición con Venezuela. ¿Qué sigue?
–Existe un gobierno democráticamente electo y debe ser respetado. No vemos correcto una política de golpe de Estado: es evidente que una parte de la población venezolana tiene voluntad golpista. El gobierno brasileño apoyará el mantenimiento de la democracia. Personalmente, apoyo a Hugo Chávez.
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