EL MUNDO
• SUBNOTA › JÜRGEN HABERMAS *
Europa, o el Nuevo Mundo
La concepción secular de sí mismo del Nuevo Mundo se nutre de una herencia cristiana, de la toma de partido por el ordo rerum novarum. No fueron los peores espíritus de Europa los que se dejaron contagiar por el pathos de un nuevo comienzo –y aun más después de 1945–. En alas de este espíritu americano se ha impuesto entre nosotros una forma de pensamiento normativa contraria a las viejas mentalidades –contra el cinismo de la política realista de los que están de vuelta, contra la crítica cultural conservadora de los sutiles, y contra el pesimismo antropológico de aquellos que apuestan por el empleo de la fuerza y las instituciones del poder–. Se trata de una extraña inversión de los frentes anteriores cuando Rumsfeld –el político partidario de los “cambios de régimen” impuestos desde fuera y el teórico del “ataque preventivo”– llama a esta nueva Europa “la vieja”. En su responsabilidad se encuentra una doctrina de seguridad que se burla de los fundamentos del derecho internacional. Al criticar a sus amigos europeos se le enfrentan los propios y abandonados ideales americanos del siglo XVIII. Del espíritu de aquella ilustración política surgieron la declaración de los derechos humanos y la política de derechos humanos de Naciones Unidas, y surgieron también esas innovaciones del derecho internacional que parecen tener más eco hoy en Europa que en un Nuevo Mundo que hoy da la impresión de ser bastante viejo.
* El filósofo Jürgen Habermas ha publicado últimamente Glauben und Wissen (Fe y conocimiento).
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