EL MUNDO
• SUBNOTA › MAX GALLO *
Podemos ser contrapeso
A través del acercamiento de la política exterior, la Europa europea de la que hablaba De Gaulle adquiere una perspectiva. La toma de posición común contra la guerra en Irak devuelve al Tratado del Elíseo su sustancia original. La había perdido porque la República Federal estaba demasiado orientada a América y en caso de duda reaccionaba a la atlántica, no a la europea. La situación actual promueve el acercamiento de Francia y Alemania. Pero no por ello deben olvidarse los muchos problemas. Los sistemas económicos están estrechamente interrelacionados, pero también están organizados de forma muy distinta. Los conocimientos de los idiomas retroceden dramáticamente. Y los símbolos no bastan. La unidad europea puede beneficiarse mucho de la resolución sobre Irak. Su peso internacional no es irrelevante. Está por ver si puede impedir que haya guerra. Los norteamericanos insisten en que están dispuestos a ir solos a la lucha. Pero hay un contrapeso diplomático que, aun no siendo militar, no debería subestimarse. Si el Consejo de Seguridad está contra la guerra a los norteamericanos les resultará difícil hacerla.
* Max Gallo, historiador y escritor, fue portavoz del gobierno de Mitterrand.
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