Jue 27.02.2003

EL MUNDO • SUBNOTA

La caravana de guerra ya está en marcha en Turquía

Por Juan Carlos Sanz *
Desde Silopi (Turquía)

Finalmente, luego de más de dos semanas de negociaciones, Estados Unidos y Turquía acordaron ayer la participación de Ankara en una eventual guerra contra Irak, con una compensación por parte de Washington de 6000 millones de dólares y otros 24.000 millones financiados. El acuerdo abre la posibilidad a la aprobación del Parlamento turco, entre mañana y el viernes, del decreto de gobierno que prevé la provisión de una dotación de 62.000 soldados estadounidenses, además de la participación del ejército turco en la entrada del frente norte hacia Bagdad. Además, el gobierno de Ankara cerró ayer su embajada en la capital iraquí y clausuró la frontera con Irak, en nuevos signos de que las operaciones de EE.UU. se acercan.
Ya desde el fin de semana carros de combate y camiones cisterna acaparaban la carretera bañada por el río Tigris, en el punto donde tres fronteras –la siria, la turca y la iraquí– bordean la legendaria ruta de la seda. Turquía ha acabado cediendo a las presiones de Estados Unidos, que necesita abrir un frente norte contra Saddam Hussein. El líder del partido gobernante islamista Justicia y Desarrollo (AKP), Recep Tayyip Erdogan, dijo a la cadena de noticias CNN Turquía que “a menos que ocurra algo extraordinario, creo que la moción será votada mañana (por hoy) por el Parlamento”. Erdogan dijo también que “quedan detalles por ajustar”, como la pretensión de Ankara de anunciar y sancionar una declaración escrita conjunta entre el presidente estadounidense, George Bush, y el premier turco, Abdulá Gul.
Camiones de intendencia y ambulancias militares. Remolques gigantes con blindados de transporte de tropas y carros de combate. La caravana del Ejército turco marchaba lentamente por el filo que separa Anatolia de Mesopotamia. Testigos en esta zona del sureste turco han confirmado la concentración de tropas en torno a Cizre, a unos 50 kilómetros al sur del paso fronterizo de Habur. La magnitud del despliegue militar no pasó inadvertida en los informativos de televisión en Turquía. El canal de noticias NTV hablaba abiertamente de una Operación Irak, mientras los movimientos de los periodistas han quedado restringidos más allá de Silopi, en el arranque de la carretera que lleva a la antigua aduana internacional.
Al gobierno de Ankara le preocupa quién controlará los yacimientos del petróleo del norte de Irak. Pero sobre todo intenta impedir que los kurdos iraquíes aprovechen la caída de Saddam para declarar un Estado independiente. “No debe crearse un Kurdistán en Irak bajo ningún concepto”, advirtió el canciller turco Yashar Yakis, tras recordar que el acuerdo para ceder el uso de bases aéreas y puertos turcos para el despliegue de entre 30.000 y 45.000 soldados de Estados Unidos tiene dos condiciones: que el norte de Irak siga bajo control estadounidense junto con el resto del país, en caso de ocupación militar prolongada, y que la actuación de las tropas turcas en la zona no dependa en ningún caso de las órdenes del Pentágono.
Los grupos nacionalistas kurdos que controlan el norte de Irak, el Partido Democrático de Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) y la Unión Patriótica de Kurdistán (UPK), fundamentalmente, han amenazado con desencadenar una guerra de guerrillas si Turquía ocupa ese territorio al tiempo que Estados Unidos lanza su ataque contra Bagdad, según informó un portavoz del gobierno regional kurdo en Erbil citado por la BBC. “Sería lamentable para la imagen de Estados Unidos, de Gran Bretaña y de otros países que quieren ayudar a Irak que se viera cómo dos de sus aliados, Turquía y el Kurdistán, se degüellan recíprocamente”, aseguró a Reuters el portavoz del PPK, Hoshiyar Zebari. Los grupos kurdos iraníes también han alertado ante los supuestos planes de Turquía de anexarse parte del nortede Irak y de sus yacimientos de petróleo, al amparo de antiguos tratados y reclamaciones territoriales.
Justamente, los líderes del PKK, Mashud Barazani, y de la UPK, Yalal Talabani, se reunieron ayer en el norte iraquí con un enviado especial estadounidense, Zalmaid Jalialzad, con quien coordinaron el futuro despliegue conjunto de fuerzas. Los cuadros de ambas formaciones kurdas también se entrevistaron con militares turcos en las últimas semanas, pero el recelo entre turcos y kurdos es enorme. Una quinta parte de los 67 millones de turcos pertenecen a la comunidad kurda. Hasta la detención de su líder, Abdalá Ocalan, en 1999, la guerrilla independentista del PKK se alzó en armas contra el gobierno de Ankara durante 14 años, con un resultado de más de 30.000 muertos en acciones violentas.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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