EL MUNDO
• SUBNOTA
Qué pasó con Marcos
–¿Se va a reunir con el subcomandante Marcos después de la polémica que sostuvieron?
–Aquello fue una situación en la que él escribió una carta pública que yo, quebrantando mi norma de no salir a la palestra en situaciones similares, la contesté por una sola razón. No por los insultos o valoraciones que pudiera hacer sobre mi persona u otras, sino porque creo que se traslucía de esa publicación un claro desprecio hacia las víctimas del terrorismo, o cuando menos un gravísimo desconocimiento de esa información sobre lo que es el terrorismo en España. A partir de ahí y ante el planteamiento que yo hacía de que estaba dispuesto a mantener una discusión con cualquier otra persona sobre derechos indígenas, libertad, democracia, él contestó con una propuesta un tanto estrambótica desde mi punto de vista. No lo es ciertamente que se pueda hablar, pero sí lo era en cuanto al formato que se proponía. Yo soy un funcionario público, no represento a nadie, nada más que a mí mismo. No puedo pedirle a un gobierno ni a otro que dé salvoconductos a nadie ni puedo entrar a debatir sobre cuestiones que afectan a la organización terrorista ETA, sobre todo cuando si hay algo que no respeta esta organización, ni cree en ello, es el diálogo, porque jamás lo ha practicado. Aquello quedó así y yo el día 10 de este mes, que era el día supuestamente fijado para la justa, contesté en México que en todo caso, si quería tener una tribuna para discutir y hablar sobre temas que afectan a los pueblos y nacionalidades indígenas, a la violencia de género, a la democracia o a lo que fuera, podía hacerlo el 4 de julio en Madrid, en la Universidad Complutense. Ese día clausuro un curso sobre violencia de género. Habrá un ambiente universitario, con medios de comunicación y donde la libertad se puede ejercer para tratar temas que evidentemente necesitan de intercambio, de diálogo y de comprensión por parte de todos.
Nota madre
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