El titular del Congreso de Brasil, Renan Calheiros, se comprometió a reintegrar el dinero que cuesta un viaje privado que hizo en un avión oficial, lo que lo convirtió en la segunda autoridad en tres días que da ese paso ante la reacción de la prensa y las protestas en demanda de mejores servicios. Calheiros anunció que devolverá al tesoro unos 15.000 dólares, el costo del viaje que realizó en una aeronave de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) para participar en la fiesta de casamiento de un político aliado del gobierno de Dilma Rousseff. El caso fue denunciado en la edición de ayer del diario Folha de S. Paulo, que un día antes había revelado que el presidente de la Cámara baja, Henrique Eduardo Alves, también había utilizado un avión militar para traer a Río de Janeiro a su novia y a otras cinco personas para asistir a la final de la Copa Confederaciones de fútbol, entre Brasil y España. Alves devolvió al Tesoro unos 4.500 dólares –que, según sus cálculos, sería el costo del viaje en un vuelo comercial–, pero Calheiros se negó inicialmente a compensar el costo de su vuelo, con el argumento de que, como presidente del Congreso, tiene derecho al uso de aeronaves oficiales en sus desplazamientos. Sin embargo, después de participar hoy en Brasilia de una reunión con Rousseff, el legislador anunció, a través de su asesoría de prensa, que había decidido pagar 32.000 reales (unos 15.000 dólares) por el viaje.