EL MUNDO • SUBNOTA
› Por Mercedes López San Miguel
La contienda entre Dilma Rousseff y Aécio Neves representa dos modelos de inserción internacional en pugna: uno apuesta a la integración regional y el otro se propone debilitar el Mercosur para hacerlo más abierto al mundo. Estados Unidos vería con buenos ojos que se eliminara la cláusula 32 que obliga a los socios del Sur a negociar juntamente acuerdos de libre comercio con otros bloques o países. Ese punto, que hasta ahora no se tocó, nació con el Tratado de Asunción de 1991.
El opositor Neves propone flexibilizar las reglas del Mercosur para que Brasil pueda realizar acuerdos bilaterales en caso de que no adhieran a la idea los otros socios (Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela). “No se trata de salir del Mercosur, sino de pedir flexibilidad”, declaró el titular de la socialdemocracia. El ex gobernador del estado de Minas Gerais sostiene que el tratado de libre comercio que se negocia desde hace más de una década entre la Unión Europea y el Mercosur es “extremadamente estratégico para Brasil”, pero se mantiene estancado por las posiciones “ideológicas” de algunos países miembro, entre los que mencionó a la Argentina –la Cancillería argentina advirtió que el acuerdo podría generar un impulso pobre en términos de crecimiento—. Para Neves, abierto antichavista, el ejemplo a seguir es la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile), que es lo más afín al proyecto norteamericano de integración hemisférica con apertura comercial.
Rousseff dio continuidad a la política externa de su antecesor, Lula da Silva. Brasil firmó a favor del ingreso de Caracas al Mercosur y reforzó el bloque de los Brics (formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). La mandataria este año lideró el acercamiento de los países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) con el grupo Brics. Asimismo, enfrió las relaciones con Estados Unidos tras la revelación del megaespionaje norteamericano el año pasado, suspendiendo un encuentro bilateral con Barack Obama y resistiendo las presiones para la compra de aviones de guerra estadounidenses.
El 26 de octubre se pondrán en juego dos apuestas regionales. Con Aécio Neves como presidente se auguran tormentas con los socios del Mercosur y cantos de sirena para los defensores del librecambio. Con la reelección de Dilma Rousseff se garantiza la continuidad de un bloque fuerte.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux