Estados Unidos abrió el juego a una posible extensión de su aporte militar a la lucha antiterrorista en Colombia, después de la resolución del miércoles de la Cámara de Representantes que urgió a George W. Bush para que gestione una ley que así lo contemple. Ayer, por segunda vez en dos días, el secretario de Estado Colin Powell lo confirmó al declarar que “podríamos pedir cambios en la autorización y nuevos fondos”. Entretanto, el panorama preelectoral en Colombia se debatía entre el desconocimiento de los candidatos congresistas y el ánimo resquebrajado por las acciones de las FARC contra la infraestructura del país: dinamitaron dos puentes y secuestraron a una funcionaria encargada de organizar las elecciones parlamentarias del domingo en el departamento de Meta.
En la antesala a los comicios legislativos del domingo prima el temor de que la principal guerrilla colombiana, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) saboteen el proceso electoral, dado que no han cesado con sus hostilidades contra la infraestructura ni con los secuestros: ya hay cinco congresistas candidatos a la reelección bajo su cautiverio. El gobierno colombiano prevé un plan de seguridad que proteja a los votantes y además les paga el día libre: no obstante, los colombianos prestan muy poca atención a los candidatos, como lo demostró una encuesta divulgada esta semana por varios medios que ubicó como primer favorito al Senado al ex guerrillero del M19, Antonio Navarro Wolf, y en segundo lugar al congresista indígena Jesús Piñacué –al que las FARC tienen como objetivo militar–. Por cierto, estos son de los pocos candidatos que el electorado reconoce.
Para agregar leña al fuego, Colin Powell confirmó que Estados Unidos se prepara para extender su ayuda militar a Colombia en la lucha antiterrorismo, con lo que se saldrían de los márgenes actuales que impone el Plan Colombia. Estos márgenes estipulaban que la ayuda debía estar limitada a la lucha contra el narcotráfico, una distinción académica puesto que esa lucha tiene como principal operación la fumigación de los cultivos de coca de que viven los rebeldes, lo que era resistido activamente por éstos. Pero la distinción tenía importancia en el Congreso norteamericano, del que se temía que no aceptara un papel más directo en la lucha antiguerrilla.
En tanto, los rebeldes de las FARC secuestraron ayer a Nancy Mendoza, delegada de la Registraduría, máxima autoridad electoral, en el municipio de Puerto Concordia, en el Meta, informó el alcalde de la zona, José Vidal. Según el informe oficial, las FARC la liberarían en los próximos tres días. Asimismo, las FARC intensificaron sus ataques contra la infraestructura, al derribar con explosivos dos puentes en los departamentos de Antioquia y Caquetá. Además el ejército informó que al menos 10 rebeldes murieron en combate en el departamento de Guajira cuando pretendían llegar al casco urbano de Villanueva y tomarlo por asalto.