EL MUNDO
• SUBNOTA › UN 51 POR CIENTO DESAPRUEBA LAS ACCIONES EN IRAK
Daños colaterales para W
Por David Usborne *
El fracaso en la estabilización de Irak y el aumento de las bajas norteamericanas empiezan a costarle caro a Bush. Por primera vez, la mayoría de los norteamericanos –51 por ciento según un nuevo sondeo– desaprueba las acciones del presidente en Irak. Pero incluso antes del revés sufrido ayer, con el descontento de la opinión pública por la economía doméstica que se rehúsa a crear empleos, la suerte política de George W. Bush parece escabullirse a un año de las próximas elecciones presidenciales. Más que el fracaso de Estados Unidos en encontrar las armas de destrucción masiva en Irak, lo que ahora amenaza a Bush es la continua ola de violencia en ese país.
Según este sondeo, el 54 por ciento de los norteamericanos creía que valió la pena haber derrocado a Saddam Hussein. Al mismo tiempo, sin embargo, en el sondeo del Washington Post el 87 por ciento de los encuestados dijo estar preocupado por que Estados Unidos esté empantanado en Irak. Y el 62 por ciento dijo que Estados Unidos ya ha sufrido un inaceptable número de víctimas. A Bush se le presenta un oscuro escenario que podría dar escalofríos a la Casa Blanca, pero por un sólo motivo: el aparente fracaso en impactar significativamente en el electorado norteamericano de los nueve demócratas que pelean entre sí para enfrentar a Bush el año que viene. Según una encuesta del Post y el canal ABC, si las elecciones fuesen hoy, el 48 por ciento de los norteamericanos votaría a Bush para un segundo mandato, mientras que el 47 por ciento elegiría sacarlo del sillón presidencial.
Los problemas de Bush contrastan con la situación con la que se encontró luego de los atentados del 11 de septiembre del 2001, cuando contaba con un índice de popularidad del 90 por ciento. Ahora éste ronda el 56 por ciento, una caída importante pero históricamente respetable para cualquier presidencia que está a un año de terminar.
Otra cosa que amenaza a Bush es la percepción de que éste es incapaz de revertir la tendencia a la suba del desempleo. La encuesta mencionada mostró que la mayoría de los estadounidenses ve con escepticismo el curso de la economía. De todos modos, este sondeo fue hecho antes del viernes, cuando el Departamento de Comercio anunció un espectacular aumento del PBI en un 7,2 por ciento durante el primer trimestre. Este fin de semana, Bush admitió que era poco probable que ese crecimiento –la tasa más alta en los últimos 19 años– se repitiera en los próximos trimestres. De todas maneras, insistió con que Estados Unidos está “en el camino correcto” para crear nuevos puestos de trabajo y reducir su tasa de desempleo del 6,1 por ciento.
De alguna manera, Bush está recibiendo un pase libre de sus rivales políticos: según la misma encuesta del Washington Post y ABC, fuera del puñado de estados que celebrarán elecciones primarias antes que el resto, la mayoría de los norteamericanos no se ha formado ninguna impresión de los demócratas que sueñan con reemplazar a Bush el año que viene. La mayoría de los votantes, dice la encuesta, apenas pudieron nombrar a uno o dos de los precandidatos demócratas embarcados en la campaña presidencial.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: M.B.
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