EL MUNDO
• SUBNOTA › ADELANTAN A JUNIO UN TRASPASO DE PODER EN IRAK
Una mala noticia tras otra
Por Phil Peeves y Pelin Targut *
Desde Bagdad y Estambul
Ayer fue uno de los peores días para el presidente George Bush y su administración desde que lanzó su “guerra antiterrorista” e invadió Irak. Mientras atentados atribuidos a Al-Qaida devastaban dos sinagogas en la ciudad más populosa de Turquía, matando al menos a 23 personas, Estados Unidos sufrió en Irak su baja de combate número 400 y 17 estadounidenses murieron en un choque de helicópteros en el norte del país.
Estados Unidos puso en ejecución anoche un plan formalmente diseñado para terminar su ocupación de Irak –aunque no su presencia militar allí– para junio próximo, pero el anuncio de la decisión fue eclipsado por múltiples señales de inseguridad, incluyendo una explosión que descarriló un tren cerca de Tikrit y otra explosión en el centro de la capital. Previamente, una mina en el norte de Bagdad causó la muerte de un soldado norteamericano que estaba de patrulla, el número 400 que muere desde que comenzó la guerra el 20 de marzo. Mientras una aeronave que llevaba los restos de 18 italianos muertos en un ataque suicida aterrizaba en Roma, uno más de ellos moría por heridas recibidas en el ataque contra un cuartel de carabinieri el miércoles.
La sostenida pérdida de vidas en Irak y la condena mundial a los ataques contra las sinagogas en Estambul pusieron de relieve un hecho incómodo para Bush en los preparativos de su visita de Estado a Gran Bretaña: que ninguno de sus adversarios principales, Saddam Hussein y Osama bin Laden, han sido capturados o muertos y que sus seguidores retienen la capacidad de contraatacar. Ayer trascendió que las fuerzas de seguridad británicas –incluyendo la policía, el ejército, el MI5 y el MI6– han sido puestas en el nivel segundo de la escala de sus estados de alerta después de que informes de inteligencia dijeran que era posible un ataque de Al-Qaida en Gran Bretaña. El Ministerio del Interior se negó a confirmar el nivel de “alta alerta”. Ese nivel de emergencia, que fue emitido internamente a las fuerzas de seguridad, sigue a advertencias sobre ataques que estarían siendo planeados por aliados de Al-Qaida en el norte de Africa. Aunque no se piensa que el alerta esté ligada a la presencia de Bush, ni a una amenaza de ataque específica o inminente, complicará la seguridad del presidente –que ya se describe como la más exhaustiva jamás vista en una visita de Estado–.
Ayer en Bagdad el Consejo de Gobierno iraquí dijo que la ocupación estadounidense terminaría en siete meses, después de que se seleccione un gobierno transicional “independiente y soberano” que estará a cargo de la seguridad, el presupuesto y la totalidad del territorio de Irak. Los detalles fueron divulgados ayer por el titular del Consejo, Jalal Talabani, después de una reunión de seis horas entre el Consejo y el administrador en jefe estadounidense de Irak, Paul Bremer, que acaba de volver de reuniones de emergencia en Washington.
Esta movida representa un viraje en la política de la administración Bush. Previamente, ésta había insistido en que Irak debía tener primero una nueva Constitución y elecciones, ambas condiciones difíciles de lograr debido a las divisiones políticas dentro de Irak y la guerra de guerrillas que se está librando actualmente contra Estados Unidos, sus aliados y sus asociados iraquíes.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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