El papa Francisco visitará hoy Ciudad Juárez, localidad considerada la más violenta de México, fronteriza con Estados Unidos. Será la última parada del líder de la iglesia católica en su gira mexicana de cinco días. El Papa visitará una cárcel, se reunirá con el mundo del trabajo y celebrará una misa a sólo 80 metros del Río Bravo, que separa México de Estados Unidos, frente a 210.000 personas que se reunirán en un sitio al aire libre llamado El Punto. Al mismo tiempo, en El Paso, Texas, católicos estadounidenses presenciarán el sermón, desde el estadio Sun Bowl, que se espera estará centrado en los migrantes, o podrán seguirlo desde un estadio con pantallas gigantes. A la misa fueron invitados familiares de víctimas de violencia, que tendrán un lugar reservado en primera fila. Francisco, en principio, se irá de México sin reunirse en privado con los padres de los 43 estudiantes desaparecidos hace un año y medio en el sur del país, como pedían los padres de los jóvenes. Los familiares de los estudiantes no tenían claro hasta horas antes si iban a viajar, a la espera de gestiones finales que hacía el centro de derechos humanos Miguel Agustín Pro para tomar una decisión al respecto.