Bengasi ha sido una de las principales líneas republicanas de ataque contra la actuación de Clinton, secretaria de Estado de Estados Unidos en el momento. El informe sobre Bengasi reafirma, lo que ya se sabía: que había una lamentable falta de seguridad en la misión Bengasi; que el ejército más potente del mundo no tenía fuerzas suficientemente cerca para detener las ocho horas de duración ataque; y que la burocracia de Washington, una vez iniciada la crisis, se movió con pereza inexcusable. Es un recordatorio de la imagen inicial engañosa del gobierno de Obama sobre el episodio como una protesta espontánea, en lugar de un ataque terrorista planificado que desmentiría la afirmación del presidente de que el terrorismo estaba en retirada. El informe es sobre los cuatro estadounidenses que murieron en el ataque contra la misión diplomática de Estados Unidos en la ciudad libia en septiembre de 2012.