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Por Rupert Cornwell *
Desde Nueva York

La fase final de la apuesta a la reelección de George Bush comienza hoy con una convención orquestada en torno a su estilo campechano, pero maquillado como un líder duro que ha librado una efectiva guerra contra el terrorismo. Bush se tomará parte de su tiempo en dar a conocer una agenda doméstica de segundo turno que incluye un plan de privatización parcial de la seguridad social. Entre todas las oratorias de los republicanos, él aparecerá mejor equipado que su rival demócrata John Kerry para proteger la seguridad nacional.
Ese fue el mensaje de campaña que dio Bush el sábado en el estado pivote de Ohio. Fue también el subtítulo de los avisos televisivos del grupo de veteranos de guerra que acusa a Kerry de mentir sobre su record en Vietnam. Bush le dijo a la NBC que el senador de Massachusetts había peleado “más heroicamente” que él mismo, que prestó servicio en la Guardia Aérea Nacional de Texas. Pero miembros de los Veteranos de la Verdad -como se hace llamar el grupo– hicieron saber que tienen más descargas de fuego en su polémica ofensiva que ha centrado el debate político este agosto. En parte gracias a esa publicidad, Bush entra a su convención en mejor posición a la del mes pasado, cuando tuvo lugar el show demócrata en Boston. Un sondeo publicado por la revista Time da 46 por ciento de intención a Bush y 44 a Kerry.
El liderazgo del partido republicano en Washington es harto conservador. Sin embargo, en la lista de oradores de la convención esta semana prevalecen los moderados: el senador de Arizona, John McCain, el alcalde de Nueva York en el momento de los atentados, tres años atrás, Rudolph Giuliani y Arnold Schwarzenegger –elegido para atraer al pequeño número de independientes en el centro–. Los últimos dos apoyan los derechos de los gays y al aborto, a pesar del llamado de la plataforma republicana 2004 a la prohibición del matrimonio entre homosexuales y el derecho de la mujer a realizarse un aborto.
Todo será una gran coreografía –cada minuto de oratoria de aviso político en los cuatro días de convención– hasta el discurso de Bush de aceptación de su candidatura, el jueves por la noche. No hablará desde una plataforma tradicional sino desde un pequeño púlpito extendido en el medio del hall, un efecto de “teatro”, según los organizadores, para llevar el estilo campechano de Bush al living de las casas.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.