EL MUNDO
• SUBNOTA › ALFREDO PALACIO, CARDIOLOGO Y NUEVO PRESIDENTE
Tomando el pulso a la política
Por Fernando Gualdoni*
Desde Madrid
El doctor Alfredo Palacio es el hombre que parece haber logrado aplacar los ánimos en Ecuador. Este alto y fornido cardiólogo de 66 años no tiene manchas financieras que se le conozcan ni lastre político. Antes de llegar a la vicepresidencia de la mano de Lucio Gutiérrez, hace poco más de dos años, sólo había incursionado una vez en las altas esferas de la función pública: en el gobierno del presidente Sixto Durán Ballén –1992-1996– ocupó primero el cargo de director regional para la provincia de Guayas del Instituto Ecuatoriano del Seguro Social y, más tarde, fue ministro de Salud. Durán Ballén pertenecía al Partido Social Cristiano –PSC–, pero Palacio nunca se afilió a este partido ni a ningún otro. El PSC es uno de los dos partidos más tradicionales de la política ecuatoriana. El otro es Izquierda Democrática –ID–.
Los analistas lo ven como el hombre que hoy tiene la confianza de miembros influyentes en los sectores políticos, económico y militar. “Yo creo que el doctor Palacio podrá terminar el mandato presidencial (enero de 2007) aunque no tenga apoyo parlamentario propio. Si cumple con la Constitución, todos los respaldaremos para lograr su objetivo. En este momento, lo que más fortalece a Palacio es justamente que no pertenece a ningún partido”, decía ayer el máximo responsable de ID y ex presidente del Congreso Guillermo Landázuri Carrillo. Hoy, caído Gutiérrez, la figura de Palacio parece encarnar el respeto a las leyes en Ecuador, lo que vendría a ser la antítesis del ex presidente en fuga. Nadie sabe cómo este médico, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York, acabó como segundo de Gutiérrez. Tanto Landázuri como otros políticos consultados señalan que la relación entre Gutiérrez y Palacio fue distante desde el principio del mandato. “Eran como el agua y el aceite”, dice Landázuri.
Otros creen que Palacio, de buena fe, no pudo resistir la tentación de participar en la “gesta patriótica” que le ofrecía Gutiérrez. Muchos recuerdan al actual presidente vistiendo su bata blanca de médico durante la campaña presidencial de 2002, igual que el ex coronel golpista lucía su uniforme del Ejército. Tal vez fue un momento un tanto “populista” de Palacio, pero ello no ha empañado su carrera.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12
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