EL MUNDO
• SUBNOTA › COMO SON LOS “FORAJIDOS”, NUEVOS ACTORES SOCIALES
Los asambleístas ecuatorianos
“¡Quito despertó y ahora no nos para nadie!” Las voces de los manifestantes quiteños, autodenominados los “forajidos” –como adjetivara el recientemente derrocado presidente Lucio Gutiérrez a quienes participaban en la protesta que pedía su salida–, solicitan acciones para que los resultados de la insurrección no se diluyan.
Por eso, algunas de las agrupaciones que surgieron durante estas protestas han comenzado a organizarse para crear un comité de vigilancia al gobierno del nuevo mandatario ecuatoriano Alfredo Palacio, con el fin de que éste no se aparte de las aspiraciones ciudadanas y que permita en él la participación de los jóvenes. Una de esas agrupaciones es la Asamblea Popular, que vio luz en las entrañas del edificio Ciespal, momentos después de que se destituyera en su interior, durante la sesión extraordinaria paralela del Congreso, a Gutiérrez, y se nombrara como su sucesor a Palacio. Su objetivo es constituir una Asamblea Popular Nacional, integrada por dos delegados, enviados por cada una de las Asambleas Populares de cada provincia del país. Esta se encargará de redactar un nuevo marco legal para que, luego, el nuevo régimen convoque a elecciones generales. Solicitan, además, que quienes participen en los nuevos sufragios no hayan desempeñado cargos públicos durante los últimos 25 años. Consideran a Palacio un presidente provisorio, quien deberá cumplir con algunos requisitos: declarar una moratoria de 10 años en el pago de la deuda externa, la expulsión de los marines de Estados Unidos de la Base de Manta, desvincularse del Plan Colombia y la eliminación del subsidio estatal a los partidos políticos del país.
Las otras organizaciones son los Comités por la Refundación de la República, donde participa el ex cura Eduardo Delgado. Este movimiento, que trabaja en forma unida a la asamblea popular, solicita, a su vez, suspender las negociaciones del Tratado de Libre Comercio y que se dedique sólo el 15 por ciento del presupuesto estatal al pago de los bonos de la deuda. Además, exigen la nulidad de todo lo actuado por el presidente de la Corte Suprema, Guillermo Castro Dager, cuyas decisiones condujeron al retorno al país del ex mandatario Abdala Bucaram.
Las acciones de los “forajidos” estos días quedaran escritas en la historia y grabadas en la ciudad capitalina. El Concejo Metropolitano de Quito resolvió levantar un monumento a los “forajidos” y bautizar con este nombre a una calle, al igual que el de Julio García, el fotógrafo chileno que falleciera el pasado martes durante los enfrentamientos con la policía. “Es la manera de reconocer la gesta heroica del pueblo de Quito, que se levantó para defender la democracia y la dignidad”, afirmó el alcalde de la capital, Paco Moncayo, quien fuera uno de los principales promotores de la revuelta. Y señaló que en muchas ciudades se honra a sus héroes, recordando el caso de México, donde existe una avenida llamada Los Insurgentes. “Este ha sido un movimiento popular, conducido por las mejores fuerzas de la ciudad: los jóvenes”, enfatizó. Moncayo resolvió adicionalmente recopilar las expresiones de los afiches, camisetas, grafitos, fotos y pancartas, entre otros, para conservarlos en un museo. Concederá además un reconocimiento a la Policía Metropolitana y a radio La Luna, por su valiente desempeño en la revuelta.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
Nota madre
Subnotas