EL MUNDO
Pulgar para abajo estudiantil
La vida ya no le sonríe a Tony Blair en las casas y calles de Cambridge. La bella ciudad universitaria, que un día se adelantó a los tiempos votando a los laboristas en 1992, está hoy dándole la espalda. El perfil laborista de este templo de los intelectuales se ha ido desdibujando y los liberal-demócratas, que ya conquistaron la alcaldía hace un año, desafían seriamente al laborismo en las elecciones del jueves. Dos razones llevan al estudiantado a querer cambiar de partido: la guerra en Irak es una, y las tasas universitarias, con un impacto directo en sus bolsillos.