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Un escape en la llave de gas
Las petroleras en Bolivia responsabilizan a la crisis política por las bajas en sus producciones. La española Repsol-YPF anunció ayer que redujo en un 0,3 por ciento su producción de hidrocarburos, es decir, unos 3500 barriles de petróleo por día. Con un tono similar, un vocero de la petrolera estatal brasileña Petrobras aseguró ayer que la empresa sólo puede garantizar el suministro de gas boliviano a Brasil durante una semana más. Sin embargo, el director de Asuntos Internacionales de la petrolera, Néstor Severo, salió a explicar que la empresa y el Ministerio de Minas y Energía ya están trabajando en el diseño de “un plan de contingencia” para el caso en que el suministro de gas llegue a suspenderse. El plan incluiría comenzar a explotar las enormes reservas de gas que posee Brasil. Las declaraciones llegan luego de que grupos de indígenas bolivianos tomaran el miércoles siete campos de Repsol-YPF y de la compañía británica British Petroleum en el departamento oriental de Santa Cruz de la Sierra, agravando la crisis en la producción. Repsol recordó que invirtió cerca de 800 millones de euros, entregó 490 millones de euros en impuestos al Estado boliviano y generó 300 empleos directos y 3000 indirectos. La empresa española posee derechos sobre 38 bloques, entre ellos el campo Margarita, que alberga la mayor reserva gasera del país andino. Con intereses en otros consorcios, como Andina, Repsol-YPF detenta una superficie neta total de 13.670 km2. Petrobras, por su parte, es responsable por el 20 por ciento del PBI de Bolivia, ha invertido en ese país unos 1600 millones de dólares desde que comenzó a operar, en 1996, bajo la anterior Ley de Hidrocarburos promulgada por el ex presidente depuesto Gonzalo Sánchez de Lozada. En el caso de Brasil, la disminución en la producción podría tener graves consecuencias para el país, ya que de su consumo total de 38 millones de metros cúbicos diarios, 24 millones son importados todos los días desde Bolivia.
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