“No hay ninguna confiscación, tampoco expropiación”, intentó tranquilizar ayer el presidente boliviano, Evo Morales, a 24 horas de que decidiera nacionalizar los hidrocarburos. En una entrevista a la cadena regional Telesur, el mandatario explicó: “No estamos expulsando a ninguna empresa, pero sí ganarán poco, esperamos que sigan siendo socios, pero si no respetan estas normas haremos respetar con la fuerza política esta decisión, que se subordina a las leyes bolivianas”. Morales intentó subrayar que “los bienes siguen siendo de las empresas petroleras”, aunque ahora recibirán menos ganancias. Sobre esto, el presidente boliviano destacó que aun con el 18 por ciento de regalías –que es lo que ahora pasarán a obtener las empresas– las empresas “ganan”, por lo que no se está “cometiendo ningún abuso”. El líder indígena recordó que la medida será de gran ayuda a las finanzas del país, ya que “inicialmente se va a aumentar el tesoro boliviano en cerca de 400 millones de dólares”, cifra que según La Paz podría aumentar en el futuro.