Lun 31.03.2008

EL PAíS  › LA REUNIóN CON LAS ENTIDADES ESTá EN DUDA LUEGO DE QUE AMBAS PARTES RATIFICARAN SU POSICIóN

Otro día agitado por el conflicto agrario

El Gobierno ratificó ayer las retenciones móviles e informó que hoy anunciará un paquete de medidas para compensar a los pequeños y medianos productores. La presidenta Cristina Fernández pedirá el levantamiento de los cortes de ruta.

› Por Fernando Krakowiak

El Gobierno volvió a ratificar ayer las retenciones móviles que motivaron el lockout agrario e informó que hoy anunciará un paquete de medidas para compensar el impacto que les generaron a los pequeños y medianos productores. La decisión se tomó anoche, luego de que las entidades del campo emitieran un comunicado donde reafirmaron su vocación de diálogo, pero sin levantar la medida de fuerza. Ninguna fuente oficial descartó la posibilidad de reunirse hoy con los ruralistas, tal como estaba previsto el viernes, pero reconocieron que el encuentro quedó en suspenso luego de que ambas partes ratificaran las posiciones que llevaron a este enfrentamiento. Si no hay un acercamiento durante el día, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dará un nuevo discurso para pedir el levantamiento de los cortes de rutas y dejarle en claro a la población que, en caso de que los productores mantengan los bloqueos, darán los pasos necesarios para garantizar el abastecimiento de alimentos.

Fuentes de Economía informaron ayer a Página/12 que las medidas están en línea con lo que el gobierno ofreció el viernes en la mesa de diálogo: dinero a los pequeños productores para asegurar su rentabilidad y reapertura del registro de exportación de trigo. También tienen previsto incentivos para lechería, ganadería, frutihorticultura y otras producciones regionales que fueron perdiendo terreno frente a la soja, pero la intención es ir comunicando las novedades de manera gradual.

Los productores dejaron claro ayer que si el gobierno tenía pensado insistir con el mismo paquete no habrá posibilidad de llegar a un acuerdo. “La sociedad argentina quiere que el conflicto se resuelva y está llamando a una conciliación obligatoria. Esto significa retrotraer la medida al 11 de marzo y tomarse noventa días para discutir como seguir”, señaló ayer a Página/12 el presidente de Federación Agraria, Eduardo Buzzi.

–Las propuestas que el gobierno viene formulando parecen dirigidas a seducir al sector que ustedes representan, ¿por qué tanta intransigencia? –Porque nunca nos terminaron de decir de qué se tratan las medidas. El viernes nos dieron los títulos, pero no nos precisaron los números ni la metodología de implementación. Espero que para mañana hayan armado algo más consistente –respondió Buzzi.

Los dirigentes rurales de Sociedad Rural y Confederaciones Rurales Argentinas se reunieron ayer por la tarde de manera reservada en la sede que la primera entidad tiene en la calle Florida. Allí negociaron el comunicado que luego fueron consensuando telefónicamente con miembros de Coninagro y Federación Agraria. En el texto expresaron su “vocación de diálogo”, “agradecieron el masivo apoyo de los productores, la ciudadanía y los pueblos del interior” e instaron a “respetar el espíritu de la medida de fuerza original”. El único gesto hacia el gobierno, además de la autoproclamada voluntad de diálogo, fue cuando pidieron “la normal circulación de productos lácteos y sus derivados y flexibilizar el tránsito de otros productos perecederos, como frutas y hortalizas en las rutas del país”.

Esta solicitud no sólo apuntó a mostrar buena predisposición ante el Ejecutivo, sino también a evitar las críticas de muchos ciudadanos que inicialmente se solidarizaron con la protesta rural y comenzaron a dudar cuando las cámaras de televisión mostraron como varios camiones tiraban la leche en la ruta por la intransigencia de los piqueteros.

Antes de que se difundiera el comunicado, en el piquete de Gualeguaychú se habían dado cuenta del costo político que suponía esa acción y anunciaron que dejarían pasar la leche. “Somos sensibles, señora Presidenta”, aseguró el dirigente de Federación Agraria, Alfredo De Angelis, cuando anunció la decisión durante la asamblea realizada al mediodía en aquella localidad entrerriana. Sin embargo, minutos después volvió a mostrarse poco conciliador: “si quieren aplicar la ley de Abastecimiento van a ver como se les prende fuego el país porque nosotros no vamos a aflojar”, sostuvo.

Las amenazas de De Angelis, quien además anunció que hoy interrumpirá el tráfico de los camiones que van y vienen de países limítrofes, y el tibio comunicado de los dirigentes rurales nacionales, convencieron al gobierno de que el diálogo previsto inicialmente para hoy no arrojaría ningún resultado. Por ese motivo, al anochecer la mesa chica compuesta por la presidenta Cristina Fernández, el ex presidente Néstor Kirchner, y el jefe de gabinete, Alberto Fernández, decidieron que hoy era necesario avanzar con las medidas para los pequeños productores, independientemente de la reunión prevista con las entidades rurales. La Presidenta confirmó también que dará un discurso para volver a pedir el levantamiento de los cortes de rutas y dejar en claro la voluntad oficial de garantizar el abastecimiento de la población si los piqueteros rurales no obedecen.

Los cortes están generando mucha preocupación en la Casa de Gobierno. Página/12 pudo confirmar ayer que los establecimientos que se dedican al engorde de ganado (feedloots) están desesperados porque sólo tienen raciones mínimas para darles a los animales, los cuales han comenzado a perder kilos. La Cámara de Empresas Procesadoras Avícolas también se mostró muy preocupada porque se están viendo obligados a matar a los pollitos. Lo que ocurre en el Mercado Central de la Ciudad de Buenos Aires también se sigue con atención. Entre viernes y sábado los operadores tuvieron que descartar 10.000 bultos con mercadería en mal estado que había quedado detenida en los piquetes. Esta situación provocó, por ejemplo, que ayer en los supermercados fuera muy difícil conseguir papas y demás hortalizas. La carne es otro problema. Hasta el supermercado Coto, que tiene frigorífico y campos propios, ayer puso una lona sobre sus góndolas junto a un cartel en el que comunicaba el faltante de mercadería por los hechos de dominio público. A fin de la semana pasada la carne comenzó a faltar en algunos comedores escolares de la Ciudad de Buenos Aires donde sólo estaban sirviendo legumbres y hay temor de que los faltantes de comida también afecten a los hospitales.

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