EL PAíS
“El fin de la indigencia no llega sólo con un plan”
Aunque defiende la “inversión en ayuda social”, la ministra de Trabajo Graciela Camaño no comparte el optimismo que expresó su Presidente y la primera dama: “El Plan Jefes y Jefas vino a calmar el incendio social”. Su peculiar defensa del plus por desarraigo que cobra su marido senador.
› Por Fernando Cibeira
Aunque llegó al gobierno de Eduardo Duhalde casi por sorpresa, de a poco la ministra de Trabajo Graciela Camaño se fue convirtiendo en una de sus caras visibles. Tanto que en este reportaje hasta se da el lujo de defender a colegas de gabinete criticados por no aparecer en los medios. “Eso es secundario”, sostiene. También retruca al matrimonio Duhalde por sus pronósticos optimistas sobre la inminente desaparición de los indigentes en el país. “El fin de la indigencia no tiene que ver sólo con un plan social”, afirma.
–¿El Plan Jefes y Jefas de Hogar va a terminar con la indigencia?
–Este plan vino a calmar el tremendo incendio que existía en diciembre. Esto es un dato de la realidad que no tiene que ver con los 150 pesos, sino que tiene que ver con un Presidente que decidió invertir de otra manera. Invertir 3 mil millones y pico de pesos al año en atender las necesidades que tiene la gente que hoy está careciente de todo.
–¿Pero terminará la indigencia?
–El fin de la indigencia no tiene que ver sólo con un plan social. Tiene que ver con cosas mucho más profundas como arrimar el desempleo a una cifra aceptable. Nuestro país lleva seis años con la cifra de desempleo en dos dígitos y esto genera pobreza. La pobreza no nace por generación espontánea, es un proceso. Y la pobreza genera indigencia. Revertir ese proceso es un trabajo muy fuerte que tenemos que hacer.
–Revertir la pobreza llevará mucho tiempo y éste es un gobierno de transición. ¿Será por eso que hizo un anuncio sobre la indigencia?
–Eso Chiche Duhalde lo ha dejado debidamente aclarado, han transmitido algo que ella no dijo. Somos un gobierno de transición pero también somos hombres y mujeres que actuamos anteriormente y seguimos actuando en política, estamos absolutamente habilitados para hacer cosas profundas y tirar lineamientos de lo que debe ser el país. De hecho, lo estamos haciendo cuando enviamos al Congreso un proyecto de Presupuesto en el que establecemos una inversión de tres mil y pico de millones de pesos para planes sociales o restituimos el 13 por ciento a jubilados y estatales.
–¿No hay planes para aumentar los 150 lecops del subsidio? De por sí ya no eran mucho, encima se deterioraron con la inflación.
–Tenemos hechos los estudios técnicos que permiten decir con solidez que los 150 pesos cubren la brecha entre el ingreso y la canasta básica de un hogar indigente. Podemos decir con firmeza que estamos posibilitando la alimentación, que no significa resolver los problemas de la gente.
–¿Usted perdió la pulseada con Economía para que les restituyeran el 13 por ciento a los jubilados que cobran menos?
–No. Cada ministro en su área tiene sus responsabilidades. Así como el ministro de Economía tiene la responsabilidad de administrar la hacienda pública, mi responsabilidad es ser la ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social. Obviamente, yo tengo que direccionar mi acción para resolverle los problemas al sector de la sociedad bajo mi jurisdicción, que son los trabajadores y empresarios, desempleados y jubilados. En ese sentido, yo tengo que dar mi opinión. Lo que yo no tengo que hacer es encapricharme con mi opinión. O no darla.
–Hay quienes sostienen que Economía tenía los recursos para restituir el 13 por ciento ahora, pero privilegió el superávit para dar una buena imagen ante los organismos de crédito.
–A mí me consta que tuvimos que hacer un esfuerzo presupuestario para pagar los planes Jefes y Jefas de hogar. En realidad, no existe tal superávit fiscal como para asumir ahora el pago del 13 por ciento. No obstante, vamos a trabajar para que los títulos que les entreguen a los trabajadores y jubilados sean títulos de calidad.
–Usted no tuvo ningún paro general, ¿eso es gracias a que es la esposa de un gremialista o porque ahora los trabajadores están mejor?
–Hay una dirigencia gremial que es seria y responsable, y esto lo digo por los tres sectores. Y la dirigencia sindical advierte la gravedad de la hora y está haciendo un esfuerzo muy grande además, porque le significa representación. Son de los pocos sectores de la economía y de la sociedad que no están tironeando para ver qué ventaja sacan.
–En el gobierno de De la Rúa no estábamos peor y le hicieron paros...
–Quizá se debió a que se estaban equivocando en las políticas que se llevaban a cabo y una prueba de ello fue el 20 de diciembre. Me da la impresión de que no se puede hacer una comparación de ese tipo.
–Usted es de los ministros “que hablan”, ¿qué opina del sector del gabinete “fantasma”, que no aparecen nunca?
–A mí me consta que hay ministros que están haciendo muy buen trabajo. El ministro de Salud está planteando una política fundacional en materia de medicamentos. No se sabe evaluar con justicia lo que está haciendo el ministro Ginés, que es épico. La ministra de Educación, con este grado de no aparecer públicamente, nos está mostrando que no hay conflictos en su cartera. La ministra de Desarrollo Social es una persona muy comprometida con los sectores más vulnerables de la sociedad y está yendo a lugares en los que jamás pisó un ministro de Desarrollo Social.
–¿Va a participar de la campaña electoral?
–No mientras sea ministra. Tengo un trabajo muy intenso y no tengo tiempo. He ido al acto del aniversario de Evita en Córdoba y me gusta mucho el discurso de De la Sota, pero no voy a participar.
–¿De la Sota mejorará en las encuestas?
–Las encuestas no definen una elección, marcan el comportamiento social y el estado anímico de los encuestados en un determinado momento. La lectura de una encuesta no debe darse en términos de ganar o perder. En base a la lectura que yo hago de las encuestas lo que se visualiza es que estamos muy mal. Todos los candidatos están en un problema muy serio. Hay un desinterés muy grande de la ciudadanía por participar con ese menú que le están proponiendo. Acá está faltando un candidato que movilice a la sociedad. Si llegáramos a la elección con este mapa es muy peligroso.
–¿Está en el grupo de los que piensan que ese candidato es Reutemann?
–No sé. Si no entraría en la estupidez en que entran algunos, que es decir “gano”. Digo que falta alguien que movilice y catalice la elección.
–¿No es Adolfo Rodríguez Saá esa persona?
–Cuando uno mira las encuestas hay un parate muy grande, incluso un decline. Repito: tal como está ahora la elección, no estamos bien.
–¿Usted va a ser candidata a algo el año que viene?
–No sé. Todavía no tengo definido mi futuro, no lo estoy pensando.
–¿Pero no va a firmar el registro que creó Duhalde para los que renuncian a presentarse?
–Yo tenía mandato como diputada hasta el 2005 y renuncié. Lo que se intentó promover con el registro es esto de discursear sobre el “que se vayan todos” y no dar una señal fuerte de que no se estaba direccionando esa consigna hacia determinadas personas que, por otra parte, revalidaron sus títulos el 14 de octubre pasado. Desde los que no ganaron se pretendía empujar el discurso del “que se vayan todos” con respecto a los que sacaron más votos. Hoy los voceros del “que se vayan todos” cobran dieta, desarraigo, cobran por los módulos de los funcionarios que tienen y porque son presidentes de comisión, o sea, quieren seguir con todos los beneficios que usan los que se tienen que ir según ellos, pero quieren levantar el discurso de la ética.
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