EL PAíS
› LA COMISION PREPARA NUEVOS JUICIOS POLITICOS A LOS CORTESANOS
Por la revancha, contra los peores
Los diputados que impulsaron el fallido proceso a los nueve miembros de la Corte, tras la derrota, piensan volver a intentarlo. Pero, a la luz de la experiencia, analizan no juzgar a todos los magistrados sino a los más desacreditados. Nazareno es un acusado seguro. Tal vez haya dos más. La semana que viene se reúnen para recomenzar.
› Por Felipe Yapur
La derrota sufrida por la Comisión de Juicio Político fue dura a pesar de que les faltaron 13 votos para enjuiciar al emblemático Julio Nazareno. Pero su decisión es volver a la carga. Reintentar poner en el banquillo a los cortesanos fundándose en alguno de los 150 pedidos de juicio político nuevos que tienen en su poder. Claro, esta vez tienen pensado elaborar otra estrategia que les permita llegar a buen puerto. De los errores también se aprende.
Con el resultado todavía fresco en sus memorias, los firmantes de los dictámenes acusatorios tienen pensando evaluar los nuevos pedidos contra los cortesanos en la próxima reunión de la comisión. Esta vez, a diferencia del proceso que terminó ayer, parece estar prevaleciendo la idea de no ir contra la totalidad de los integrantes de la Corte. Enjuiciar a los nueve implica abrir nueve frentes de batalla y no todos los bloques tienen la misma posición con respecto a los jueces. De hecho, esas diferencias quedaron plasmadas en la votación, cuando los que integraban la llamada mayoría automática fueron los que más votos por la acusación cosecharon. La idea sería entonces centrar las próximas investigaciones de mínima únicamente en Nazareno y de máxima otros dos más.
Sin duda, el próximo encuentro también servirá para realizar –un poco más en frío– un balance de lo sucedido. En primer lugar, lo que pretende el presidente de la comisión, Sergio Acevedo, es corroborar si el llamado “bloque institucional”, donde participaron radicales, peronistas, frepasistas y aristas que firmaron los dictámenes, continuará. Si es así, la tarea puede no ser tan difícil.
Lo que no está claro es cuál será la actitud de los duhaldistas. Por caso, José María Díaz Bancalari fue uno de los que al principio mostró más entusiasmo por enjuiciar a los supremos, aunque con el correr de los meses, y los cambios de opinión de Eduardo Duhalde, el bonaerense se borró. En la comisión todavía recuerdan cuando Bancalari repetía con sus voz cascada que “si estamos en el medio de la laguna no podemos volver a la orilla sin ningún pato”, una ocurrente forma de decir que había que enjuiciar a alguno de los cortesanos. Al final, Bancalari no participó de la sesión, fruto de una enfermedad que lo mantiene alejado de la Cámara y nadie sabe cómo habría votado. Lo que sí se sabe es que los patos siguen indemnes.
El menemismo seguirá firme en su posición y en la comisión contará con un integrante nuevo, Franco Caviglia, quien no sólo instruyó el dictamen acusatorio por el caso armas, que lo firmó, luego lo retiró y terminó ayer votando por la impunidad. Un ejemplo notable de zigzagueo político.
Más allá de este detalle, los envalentonados menemistas pretenden un cambio en la comisión. Esto es, desplazar a todos los que enjuiciaron a los jueces y poner gente de confianza. Incluso ya tienen el nombre del reemplazante de Acevedo y es José “Pepe” Figueroa, el santiagueño al que semanas atrás un grupo de personas le quemaron la vivienda al grito de “delincuente”.
El presidente de la Cámara baja, Eduardo Camaño, está al tanto de las intenciones de los menemistas. Ayer dijo que no comparte esa idea y que la única forma que la comisión cambie su conformación es que sus integrantes presenten la renuncia.
Más allá de lo que ocurra con la comisión y sus integrantes, lo cierto es que la Corte Suprema ya no es la misma. El resultado de las votaciones de ayer la dejaron malherida. Tal vez pronto tenga que poner a prueba de nuevo su capacidad de supervivencia.
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