Por A. M.

¿Por qué el juez Claudio Bonadío puso tanta energía en el banquero Emilio Cárdenas? Según explicó a Página/12 una alta fuente del caso, la ampliación de su declaración testimonial y la de Manuel Sacerdote, presidente del BankBoston, son “esenciales” para la continuidad de la investigación de las nuevas supuestas coimas en el Senado. “Nos atrasan todo”, se quejaron en el juzgado considerando que ambos están de viaje y no regresarían antes de noviembre. Incluso precisaron que la evaluación del rol del lobbista Carlos Bercún, cuyas oficinas fueron allanadas varias veces, depende de esas dos declaraciones.
El viernes fue interrogada como testigo la secretaria de Cárdenas y, según las fuentes, aparecieron algunas “inconsistencias” en relación a los dichos de su jefe en cuanto a la frecuencia de ciertas reuniones y al conocimiento que tendría el ex embajador ante la ONU de ciertas personas también mencionadas en el expediente. Bonadío quiere volver a interrogar a Cárdenas como testigo para aclarar “algunos aspectos” de sus actividades durante la semana previa a la sanción de las leyes por las cuales habría existido un pedido de soborno. El Financial Times describió que Cárdenas y Sacerdote se quejaron en las embajadas norteamericana y británica por las leyes que está tratando el Congreso.
Cárdenas estaba citado a ampliar sus dichos como testigo para el jueves pasado. Pero se fue de viaje. Los empleados de Bonadío están empeñados en establecer en qué condiciones salió del país. Por eso interrogaron a una empleada de la agencia de viajes con la que opera el banquero desde hace más de una década. Desde junio, Cárdenas tenía una reserva para viajar en octubre a Sudáfrica junto a su esposa. Así lo hizo, pero los primeros tramos del periplo despertaron sospechas. Salió hacia Uruguay por vía terrestre y ahora se encuentra en Nueva York. Las fuentes comentaron que el auto que utilizó tendría un pedido de secuestro. En el juzgado comprobaron, además, que Cárdenas siempre viajaba en avión a Uruguay.