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En apenas tres días, José Manuel de la Sota parece haber recorrido un itinerario curioso, propio de la tumultuosa interna peronista. El martes, asistió a la reunión del Consejo nacional del PJ que controla Carlos Menem, y su figura recordaba al invitado incómodo que da quórum en la fiesta ajena. En esa ocasión, De la Sota insistió en que el 15 de diciembre competiría “por dentro” del peronismo. Ayer, en cambio, se quejó de que los menemistas “no han hecho nada” con los reclamos de nombrar una nueva junta electoral. Y amenazó con autoexcluirse de la interna. “No voy a ser cómplice de ningún fraude. No voy a ser la comparsa o el partenaire de los que no quieren hacer las cosas limpiamente”, prometió.
Hasta ayer, De la Sota era el único adversario de Menem que había dicho que participaría sí o sí en la interna del PJ. Lo había repetido en cuanto escenario pudiera y también lo había asegurado en la sede de Matheu 130, el martes ante los simpatizantes del riojano. Sin embargo, la promesa tenía sus condiciones: en la reunión del Consejo, había reclamado que se creara una nueva junta electoral, y que los afiliados a partidos provinciales pudieran votar en la interna peronista.
Pero los miembros del órgano partidario, la mayoría ligados a Menem, no se mostraron demasiado dispuestos a los cambios. “Mientras estuve (en el Consejo del PJ) me aplaudieron mucho. Cuando me fui, hicieron todo lo contrario. Estamos cansados de las manipulaciones”, se quejó ayer De la Sota. “No es sospechoso que Menem sea el único que se haya apurado a elegir vice porque la junta electoral es toda de él, como los padrones sólo los conoce él, y como no se han fijado reglas de juego claras, indudablemente el único que está totalmente preparado es él”, agregó. Y advirtió que “esto es muy malo, puede destruir al peronismo”.
La advertencia del cordobés revela la complejidad de la interna peronista, que por ahora ha quedado en manos de Menem, que domina la Junta Electoral y, por ende, controla de cerca los padrones. Con este escenario, ninguno de sus adversarios se muestra dispuesto a ir “por dentro” y enfrentarlo en los comicios del 15 de diciembre. Pero el Gobierno y el duhaldismo no quieren dejarle toda la cancha al riojano. Se preparan para convocar al congreso del PJ, para lo cual están juntando las firmas del tercio de los congresales del partido. Según un intendente del Conurbano, que asistió al encuentro que encabezó el Presidente en San Vicente, para el miércoles que viene habrán cumplido con ese objetivo.
Mientras el duhaldismo analiza esos detalles, De la Sota sigue con su campaña por el interior, con la aspiración de subir en los sondeos. Ayer, por ejemplo, aseguró que “está subiendo” en las encuestas, y contrastó su situación con la de sus competidores, que “están bajando”. “Estamos casi en un 8 por ciento, que para el tiempo que llevamos de campaña, nos parece muy bueno y vamos a seguir creciendo”, remarcó en una pausa de su gira por el Litoral. Acompañado por un séquito reducido, el cordobés estuvo en Corrientes y Posadas, donde brindó una conferencia de prensa y se entrevistó con el gobernador de Misiones, Carlos Rovira.
El esfuerzo del Gallego está concentrado en mejorar su posición en las encuestas, para tratar de captar los favores del aparato partidario “disponible”, que hasta ahora no tiene candidato. Uno de los apoyos podría ser el PJ de Santa Fe, donde gobierna su viejo amigo Carlos Reutemann, pero el respaldo más determinante sería el del PJ bonaerense. Que desde el 17 de octubre se muestra otra vez encolumnado detrás de Duhalde, salvo un par de excepciones. Sin embargo, la tarea delasotista no será fácil, ya que las preferencias del duhaldismo parecen haber girado hacia Néstor Kirchner (ver aparte). Lo reconoció ayer el secretario general de la Presidencia, José Pampuro.
En todas estas cosas pensará De la Sota cuando, este fin de semana, inicie su campaña por Córdoba, su distrito por excelencia y donde descuenta un triunfo.