EL PAíS
› DOMINGO CAVALLO, DISERTANTE EN NUEVA YORK
Un escrache muy académico
Después de quedar en libertad por la investigación sobre el tráfico ilegal de armas a Croacia y Ecuador, Domingo Cavallo tuvo que dejar de caminar por Palermo porque el repudio popular lo perseguía a cada paso. Finalmente, optó por radicarse en Nueva York. Sin embargo, la distancia tampoco lo salvó. “Nos causa una profunda decepción que instituciones académicas tan serias como las universidades de Columbia y Nueva York todavía consideren que él (Cavallo) tiene la autoridad moral para integrar un panel con renombrados especialistas para analizar la crisis argentina desde una perspectiva rigurosa” se leía en uno de los volantes que estudiantes argentinos distribuían en la sala de conferencias donde exponía el ex superministro de Menem y De la Rúa.
Durante dos días se desarrolló en la Universidad de Columbia un seminario internacional sobre la crisis económica argentina. Cavallo y José Luis Machinea, ex ministro de Economía del gobierno de la Alianza, fueron dos de los oradores invitados. La presencia de Cavallo provocó la inmediata reacción de estudiantes argentinos que están cursando en distintas universidades de Nueva York. Se acercaron al panel y le organizaron un “escrache” político-académico.
En un detallado volante recordaron toda la trayectoria del ex ministro y al término de su exposición lo interrogaron sobre su participación como funcionario de la dictadura y su rol en la estatización de la deuda privada de grandes empresas. “Por supuesto que Cavallo está interiorizado en la crisis argentina porque él es uno de sus principales responsables”, empieza el texto en inglés y abunda en que “hacia el final de la dictadura, Domingo Cavallo asumió como director del Banco Central, desde allí implementó una política financiera que les permitió a las grandes empresas privadas transferir sus deudas al Estado, transformando sus deudas en obligaciones públicas a ser pagadas por la Argentina. Así 200 firmas (30 grupos económicos y 106 empresas transnacionales) transfirieron gran parte de sus 17 billones de dólares a la sociedad argentina”.
El extenso volante da cuenta también del proceso de privatización que encabezó Cavallo como ministro de Carlos Menem y de las numerosas denuncias sobre la corrupción que signó la aplicación de esa política sustentada sobre la venta a precios irrisorios de las empresas estatales dedicadas a servicios y a la explotación de recursos no renovables como el petróleo. El racconto finaliza con su participación en el gobierno de Fernando de la Rúa, la aplicación del corralito que atrapó en los bancos los fondos de los pequeños ahorristas y terminó de desencadenar la crisis que terminó con al renuncia del Presidente. Tan honorable trayectoria culmina en la causa que todavía sigue abierta por la venta ilegal de armas durante el gobierno de Menem: Cavallo fue firmante de todos los decretos que le dieron cobertura legal a la maniobra.