El radicalismo y el socialismo avanzaron en la conformación de su alianza con una única obsesión: las elecciones legislativas de octubre. Fue el jueves por la noche en una cena compartida por los senadores radicales, Gerardo Morales y Ernesto Sanz, y el socialista, Rubén Giustiniani. Por su lado, la titular de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, brilló por su ausencia en medio de las crecientes diferencias con el socialismo a raíz de la posible incorporación de Ricardo López Murphy al frente opositor. Ayer, el mandamás de la UCR, Morales, y el mendocino Sanz continuaron su periplo bonaerense y estuvieron en Tandil donde se reunieron con la Mesa de Enlace local.

Giustiniani, presidente del Partido Socialista, ofició de anfitrión. La paqueta casa que alquila en Villa Gesell y un menú variado con algún tinto de ocasión no relajó un encuentro en el que se habló de varios temas además de las cuestiones puramente electorales. Infaltables, las críticas a las medidas anticíclicas del Gobierno y el apoyo a las patronales campestres fueron los temas que desvelaron a los comensales que decidieron presentar el próximo miércoles una iniciativa que apunta a suspender por 180 días las retenciones a las exportaciones del agro.

En cuanto a la estrategia electoral, fuentes del socialismo, acrecentando aún más las suspicacias, afirmaron que los dirigentes “afianzaron la conformación de un frente entre el radicalismo y el socialismo más allá de la Coalición, en todo el país”. Otro de los puntos acordados apuntó al trabajo en la Cámara alta. Según la misma fuente, “se trató la suspensión de las retenciones a las exportaciones por 180 días”. Esta iniciativa coincide con la postura del gobernador socialista de Santa Fe, Hermes Binner, que había propuesto “garantizar que el litro de leche se pague a un peso al productor y que la carne que está hoy en los frigoríficos se pueda exportar para darle un respiro a los productores”.

El fin de semana pasado, Giustiniani estuvo ausente en el encuentro que mantuvieron Morales y Carrió en Mar del Plata, momento donde comenzaron los primeros coqueteos con Ricardo López Murphy que junto a su flamante partido Convergencia Federal, se iría integrando paulatinamente a la alianza en la provincia de Buenos Aires entre la UCR y la CC. Esta vez, en Gesell, fue Carrió la que pegó el faltazo y así colaboró con las crecientes especulaciones que hablan de un profundo malestar en el socialismo a raíz de la probable incorporación del ex socio político de Mauricio Macri.

Ayer, Morales viajó a Tandil junto a Sanz y a Daniel Salvador, titular del radicalismo provincial. Luego de reunirse con el intendente local, Miguel Lunghi, mantuvieron un encuentro con representantes de la Mesa de Enlace local. Morales aprovechó la ocasión para llamar a votar a su frente en las próximas elecciones. “Este año hay que ponerle freno al kirchnerismo y lograr un cambio en la composición del Congreso, sino seguirá funcionando como la escribanía del Poder Ejecutivo”, sostuvo el senador jujeño, al tiempo que aprovechó para criticar a la presidenta Cristina Fernández por la comparación que hizo entre su marido y antecesor, Néstor Kirchner, y Barack Obama. “Decir que el nuevo mandatario de los Estados Unidos esté tomando ideas del ex presidente argentino para su plan de gobierno da muestras de la falta de apego a la realidad”, cuestionó Morales para el deleite de los dirigentes de la Sociedad Rural y la Federación Agraria.