EL PAíS › AVANZA UN ACUERDO PARA SUPERAR EL CONFLICTO ENTRE EL GOBIERNO Y MARSANS POR AEROLíNEAS
Según las fuentes españolas consultadas, “ya se llegó a un acuerdo y se firmará en los próximos días”. Desde el Gobierno se informó que aún se sigue negociando. El último detalle por cerrar se vincula al compromiso de comprar aviones al consorcio Airbus.
› Por Daniel Miguez
Desde Madrid
La posibilidad de llegar a un acuerdo entre el Gobierno y la empresa Marsans, tras la expropiación de Aerolíneas Argentinas, logró avanzar en las últimas horas, durante la visita presidencial a España. Tan notorio fue el avance que fuentes españolas vinculadas directamente al conflicto le aseguraron a Página/12 que “ya se llegó a un acuerdo y se firmará en los próximos días en Buenos Aires”. De confirmarse, comenzaría a saldarse el uno por ciento que, según el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, faltaba para llegar a una relación ciento por ciento positiva entre las empresas de su país y la Argentina.
Tras afirmar la inminencia del convenio, la fuente consultada se negó a dar detalle alguno sobre el acuerdo y sólo agregó un desconfiado “espero que lo cumplan”. De todas maneras, funcionarios del gobierno argentino no ratificaron la información y se limitaron a responder que “se sigue negociando”. Eso sí: manifestaron su optimismo y la convicción de que se llegará a una solución consensuada.
Hasta donde pudo saber este diario, lo último que faltaba para cerrar un acuerdo era una serie de cuestiones que debía consensuar Marsans con el consorcio europeo Airbus, la tercera pata de la mesa de negociaciones.
Es que el acuerdo que se está buscando es que la Argentina se haga cargo de buena parte de un compromiso que tenía Marsans para comprar aviones Airbus a cambio de que la empresa española retire su demanda ante el tribunal del comercio internacional Ciadi.
El acuerdo de Marsans con Airbus era el del comprar 71 aviones por aproximadamente 7 mil millones de dólares en un lapso de 10 años. Para Argentina, la contraprestación no sería tan costosa, porque de todas maneras está obligada a comprar nuevas aeronaves.
A través del Ministerio de Planificación, el Gobierno había comenzado tratativas con la empresa Boeing y la brasileña Embraer, en este caso para a aviones de menor porte, que serían destinados a viajes de cabotaje de pocos pasajeros. Un acuerdo con Marsans sólo tendría el costo de tener que comprarle a Airbus, desestimando prácticamente a cualquier otro proveedor, dada la cantidad de aviones que necesita y la cantidad que se comprometió la empresa española a comprarle al grupo europeo. Como contraparte, Marsans retiraría la demanda que interpuso contra el Estado argentino ante el Ciadi.
Aunque mantuvo reuniones con diversos emrpresarios españoles (ver aparte), la Presidenta no se reunió con los directivos de Marsans, pero sí hubo dos contactos protocolares. La televisión española en sus noticieros mostraba ayer la imagen del presidente de la compañía, Gerardo Díaz Ferrer, saludando a CFK antes de la cena de gala que ofrecieron los reyes Juan Carlos y Sofía el martes a la noche. Según pudo saber Página/12, luego de la cena, en un salón a donde los comensales fueron a tomar café, Díaz Ferrer se acercó a la Presidenta y tuvieron una breve charla informal, sin testigos cercanos.
Pese a las expresiones sobre el resultado positivo de la visita oficial a España, la diferencia por el tema Aerolíneas estuvo siempre presente en el ambiente. En la conferencia de prensa que dieron anteayer en forma conjunta Cristina Fernández y Rodríguez Zapatero, ante las preguntas de los cronistas ambos se refirieron al tema. El presidente del gobierno español dijo entonces que “nunca hubo tensión entre Argentina y España” por el tema Aerolíneas, sino sólo “discrepancias de intereses” en un tema puntual. Y también hizo referencia a ese 99 por ciento de relación positiva entre las empresas españolas y el gobierno argentino.
La Presidenta tomó el guante y dijo que el uno por ciento restante seguramente estaba relacionado con Aerolíneas y explicó que “nunca hubiera querido tomar la decisión” de estatizar la empresa, porque eso hubiera implicado su buen funcionamiento. “Pero no fue así y los argentinos estábamos a punto de perder la conectividad aérea”.
Quien ayer se refirió al tema fue el gobernador de Buenos Aires. Daniel Scioli sostuvo: “Nosotros no tenemos que resignar nada respecto de Marsans”. El mandatario bonaerense agregó que el Gobierno cumple con su obligación de “defender los derechos argentinos”. Y también pareció refrendar la inminencia de un acuerdo: “Creo que todo está encaminado”, definió.
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