EL PAíS
› EL MENEMISMO TEME QUE SE VOLTEEN LAS INTERNAS
El duhaldismo bajo sospecha
Kohan explicó que podría acordarse postergar las primarias hasta enero. Pero cerca del ex presidente se niegan a conceder que se elijan autoridades partidarias a la vez que la fórmula.
› Por Diego Schurman
Carlos Menem se mostró resignado a aceptar una postergación de las internas hasta el próximo 19 de enero, tal como resolvió el martes el congreso del PJ de hegemonía duhaldista. Pero su temor a que tanto esa puja como las generales del 30 de marzo no se desarrollen –son cada vez más fuertes las versiones judiciales en ese sentido– profundizó el tono beligerante de sus seguidores. A tal punto que ya anunciaron la ruptura del bloque de diputados como una forma de mantener la presión sobre el Gobierno (ver pág. 4).
Menem acordó la estrategia con su equipo de campaña durante una retahíla de encuentros que mantuvo ayer en el porteño Hotel Presidente. Para no mostrar debilidad, acordaron endurecer los discursos y mantener firme el 15 de diciembre como fecha de la puja interna, de acuerdo con lo impuesto por su sector en el Consejo del PJ.
Sin embargo, ante la demostración de fuerza del duhaldismo –que con apoyo de la gran mayoría de las provincias el martes logró modificar el cronograma electoral–, comenzaron a tender puentes para pautar nuevas “reglas de juego” con el mandatario.
La primera y hasta ahora única señal pública de lo que Menem blanqueó en la intimidad surgió por boca de Alberto Kohan. “Se puede conversar un cambio en la fecha de la interna, un mes más o uno menos no modifica nada. Ese no es el problema”, admitió a Página/12 el ex secretario general de la Presidencia.
–¿Y qué es lo que frena un respaldo de Menem a la fecha del 19 de enero?
–Que en esa fecha se quiera votar simultáneamente el candidato presidencial con las autoridades partidarias. Es confundir a la gente. Además debería haber dos urnas, ya que en el primer caso se debe utilizar el padrón de afiliados y el de independientes y en el otro únicamente el padrón de afiliados. Eso no es serio.
Ese simultaneidad votada en el congreso justicialista –y que también incluiría la renovación de autoridades partidarias bonaerenses, lo que comprometería al “aparato” local– fue la carta ganadora del Presidente. Es que el apellido Duhalde podría aparecer en las boletas como candidato a titular del PJ y así traccionar los votos de su distrito, la populosa provincia de Buenos Aires, hacia la fórmula presidencial que más lo convenza y que, obviamente, no será la de Menem-Romero. Por ahora esa fórmula no aparece.
–¿Si la elección se limita a los candidatos a presidente, Menem estaría dispuesto a aceptar un cambio de fecha?
–Seguramente sí. La fecha no es el gran problema. Acá lo que no está claro es el cronograma en sí. Cada día aparece algo que cambia lo anterior. Más aún, tengo toda la sensación de que alguien quiere evitar la elección. Pero no me pregunte quién porque no lo tengo claro.
–¿Y por eso el menemismo se alejó del bloque del PJ?
–Es lógico: no se puede estar una posición pareja cuando no son parejos los intereses.
Kohan no dio demasiadas pistas sobre los próximos pasos de Menem. Pero muchos otros laderos del ex presidente, que sintieron el impacto del congreso duhaldista, comenzaron a especular con un encuentro de gobernadores para forzarlos a definir su lugar en la interna.
En ese sentido mostraron la contradicción en la que, a su entender, incurrieron mandatarios como el bonaerense Felipe Solá, quien participó tanto de la reunión del Consejo como la del congreso, dando luz verde a dos decisiones incompatibles.
El escenario que imaginan, para darle cierto aire de neutralidad, es una cumbre en el Consejo Federal de Inversiones, aunque todavía la propuesta está en plena maduración. De todas manera, nadie imagina una ruptura de los mandatarios con el Gobierno que controla su dinero a través de la coparticipación.
Desde la Casa Rosada se escucha disposición plena a la negociación, pero ahora desde el lugar del gran digitador del calendario electoral. A tal punto que el menemismo no tiene demasiado claro si impugnar el congreso duhaldista como había amenazado. A esta altura, prefiere tener aunque sea la mínima certeza de que algún día del próximo año se desarrollará la interna más novelada del siglo.
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