En los próximos diez días, entre el jueves 7 de noviembre y el martes 12, la Cámara Nacional Electoral podría emitir un fallo por el cual se revoca la decisión de la jueza María Servini de Cubría que suspendió las internas abiertas y simultáneas originalmente planificadas para el 15 de diciembre. El tribunal estudiará el expediente a partir del lunes y, si las apelaciones se hicieron como corresponde, dentro de los plazos establecidos, la Cámara evaluaría que un juez no tiene facultades para declarar inconstitucional una ley o generalizar al total de la población el planteo hecho por un solo ciudadano. Si el fallo va finalmente en ese sentido, la Cámara le ordenaría al Gobierno que rehiciera el cronograma electoral y todos los partidos que tienen más de un candidato tendrán que participar de la interna abierta en un mismo día que será fijado por el Poder Ejecutivo. Después de ese fallo, el expediente llegará seguramente a la Corte, que tendría que definir la polémica.
Los tiras y aflojes entre menemistas y duhaldistas derivarían en este giro casi inesperado: las internas abiertas y simultáneas cobrarán nueva vida después de haber sido sepultadas por Servini. Como se recordará, la jueza hizo lugar a las demandas de dos ciudadanos que reclamaron porque siendo afiliados a otros partidos se les negaba el derecho a votar en la interna del PJ. Uno de los argumentos, por ejemplo, es que el afiliado a un partido provincial, pese a no tener candidato a presidente, quedaba excluido de participar en las internas. Servini acogió las demandas y suspendió las internas simultáneas, considerando inconstitucional un artículo de la ley respectiva y todo el decreto de convocatoria.
La Cámara deberá revisar primero si las apelaciones del fiscal Jorge Di Lello y del ministro del Interior, Jorge Matzkin, se hicieron con todas les exigencias legales y dentro de los plazos establecidos. Pero verificados esos elementos formales, el tribunal se inclinaría por una teoría que viene sustentando desde hace rato: los jueces no pueden generalizar fallos que incumben a un solo ciudadano. Esto es, no pueden decretar inconstitucionalidades que se extiendan más allá del caso específico que se trató en el expediente.
Un reclamo judicial de una persona determinada no puede, de ninguna manera, extrapolarse y considerarse planteado en representación de todos los demás ciudadanos. El fallo respectivo lo abarcará a él y sólo a él, por lo cual no se puede extender al conjunto del proceso electoral. Los ciudadanos que reclamaron ante Servini podrán votar en las internas, porque la ley se declaró inconstitucional a su respecto. Pero la decisión no causará efectos con relación a otros potenciales votantes. Sucedió así con los numerosos reclamos realizados con relación al corralito: los magistrados liberaban o no liberaban el dinero de cada ahorrista y, en todo caso, objetaban el corralito únicamente en el expediente de un determinado ahorrista. Ningún juez suspendió la vigencia del corralito en todo el país, porque no tiene facultades para generalizar un fallo. Este es el criterio de buena parte de los constitucionalistas y sería el de la Cámara Electoral.
Con un fallo semejante a la vista, sucedería lo siguiente:
- Las internas abiertas y simultáneas volverían a estar en el centro de la escena.
- Como no se pueden hacer el 15 de diciembre porque ya vencieron distintos plazos, por ejemplo de presentación de candidatos, se ordenaría un nuevo cronograma.
- El Gobierno bien podría fijar como fecha de las elecciones internas el 19 de enero, día propuesto por el duhaldismo. Aunque queda claro que cualquier partido que tenga dos candidatos tendrá que convocar a esa interna.
Lo concreto es que un fallo de la Cámara de esas características volvería a cambiar todo en el tema de las internas, porque ya no serían organizadas por el PJ o la UCR, sino por el Estado. Eso sí, para que el fallo quede firme, tendrá que resolver la Corte, que recibirá el expediente a mediados de noviembre.