EL PAíS
› LUSQUIÑOS DENUNCIO UNA CONTRA RODRIGUEZ SAA
Para el puntano, conspiración
Los hombres de Adolfo Rodríguez Saá todavía no superan el duelo. Su ex jefe de Gabinete Luis Lusquiños se despachó contra el presidente Eduardo Duhalde acusándolo de formar parte de una campaña de “conspiración” que terminó destruyendo a su jefe político. Pero en su lógica, Duhalde no actuaba solo. Lusquiños fue durísimo contra “un sector” del justicialismo que desde la “provincia de Buenos Aires conspiró” para sacarlos.
Lusquiños apareció repentinamente en una audición de radio para hablar de una misteriosa carta que Rodríguez Saá le entregó a Duhalde el viernes. En la audición no reveló el contenido de la carta, aunque dio algunos detalles. “De alguna manera (Rodríguez Saá) quiso (con la carta) poner los puntos arriba de la silla, o la silla debajo de los puntos”, dijo sobre este correo con el que su jefe defiende cada una de las medidas que anunció durante su cortísimo mandato. Lusquiños, uno de los personajes más ligados al puntano, que durante su presidencia fue como su mano derecha, se encargó de recordar en el aire que Rodríguez Saá no quería “ni la devaluación ni la dolarización”.
Un día después del último gran cacerolazo, los hombres del puntano recordaron lo que vieron de cerca sobre el frente de la Casa Rosada. Para Lusquiños las cacerolas del 29 de diciembre no los derribaron. A su jefe lo sacaron desde adentro: “Hubo sectores que conspiraron” y en ese contexto incluyó sin más al actual presidente. “Duhalde encabeza lo más rancio de la provincia de Buenos Aires y a la provincia se la puede poner como uno de los sectores que conspiraron.” Después de esta durísima denuncia, que pega en el corazón del justicialismo, no dijo más. No aclaró si esto era parte de la carta que el puntano le dejó a Duhalde a través de su edecán.
Poco después, mientras en la audición repasaban con entusiasmo los largos sonidos que habían dejado las últimas cacerolas, volvió a la carga. Duhalde, dijo, “debe elegir una actitud de conducción, si gobierna para el pueblo o para los banqueros”. Por lo pronto, quien parece dispuesto a encargarse del pueblo es su propio jefe. Antes de despedirse, Lusquiños recordó que el puntano tiene todavía ganas de presentarse como candidato para las próximas elecciones.