Desde Salta

El debut del voto electrónico en los comicios provinciales salteños llegó junto con un triunfo de su promotor, el gobernador Juan Manuel Urtubey, cuyos candidatos se imponían anoche en la mayoría de los distritos en disputa, garantizándole una cómoda mayoría en ambas Cámaras de la Legislatura local. En diálogo con Página/12, Urtubey atribuyó su triunfo a una forma “más moderna” de hacer política y sostuvo que, a nivel nacional, “el Partido Justicialista tendría que abrirse y hacer alianzas” como las que le dieron éxito en su provincia.

La política salteña es una madeja de alianzas, rupturas y sellos de goma, en la que, por ejemplo, las listas del senador Juan Carlos Romero compiten en contra del Partido Justicialista que el mismo Romero preside, y el Partido Renovador, fuerza local que se enfrentó al peronismo durante décadas, hoy es el aliado más fuerte del gobernador Urtubey. En ese contexto, las elecciones provinciales, en las que cada distrito tiene, a su vez, sus propias particularidades, configuran un mapa difícil de descifrar.

De los 23 departamentos que conforman la provincia de Salta, once eligieron a 30 diputados para renovar la mitad de la Cámara baja local. Doce distritos renovaron sus senadores –con sistema de representación uninominal–, mientras que los 58 municipios escogieron a sus concejales. El oficialismo estuvo representado por el Partido Justicialista, más las listas aliadas del Frente para la Victoria y el Partido Renovador. El romerismo, por su parte, competía bajo dos sellos: Frente Federal y Frente Salteño.

Aunque los resultados que seguían llegando al cierre de esta edición eran menos contundentes de lo que se esperaba en el entorno de Urtubey, en la Casa de Gobierno descontaban que tras estos comicios el oficialismo, junto con sus aliados, alcanzaría con holgura los dos tercios de ambas Cámaras. Según las estimaciones que presentaban anoche, estarían obteniendo 24 de los 30 escaños en juego en la Cámara baja, y 10 de los 12 senadores provinciales que se renovaban, algo que el gobernador calificó como “un triunfo contundente del peronismo en toda la provincia y de un proyecto y una forma más plural de hacer una gestión”. En total, Urtubey y sus aliados ganaban en 20 de los 23 departamentos salteños.

Una fuente cercana al senador Romero relativizó la derrota al asegurar que los resultados “a lo sumo le van a poner un poco de pimienta” al equilibrio político en la provincia. “Es una elección de carácter departamental, muy localizada”, justificó. Y aclaró que “hay una ausencia de referentes que llevó a una disminución importante del caudal de votos con respecto de las elecciones de junio”.

Pocos minutos antes del mediodía, Urtubey se convirtió en el primer gobernador argentino en votar a través de un sistema electrónico. Aunque con algunos inconvenientes menores, la experiencia fue muy festejada por el mandatario, que impulsa el proyecto con la idea de ampliarlo a toda la provincia en los próximos años. “En Salta, votar es más sencillo que cobrar la jubilación de un cajero automático”, graficó después de emitir el sufragio. El voto electrónico se instrumentó sólo en una escuela de la capital provincial y en el municipio de San Lorenzo. A diferencia de otros sistemas, como el que se utiliza en Venezuela, el estrenado ayer en Salta consiste sólo en la informatización de emisión del sufragio, más allá de eso son boletas reales que se depositan en urnas reales. Al elector se le entrega un cartón que incluye un chip; con eso se dirige a una computadora en la que introduce el cartón; en la pantalla aparecen los candidatos y el elector hace su selección; entonces recibe el cartón con la opción impresa y, además, grabada en el chip. Eso es lo que introduce en la urna. Para Alejandro Tulio, director nacional electoral, “la tecnología brinda certezas, seguridad y garantías”, y afirmó que se ratificó “la eficiencia del sistema y la ausencia de problemas”.

“Mirada generacional”

Con 40 años recién cumplidos, el salteño Urtubey forma parte de una camada de dirigentes que intentan ofrecer “cierta mirada generacional” diferente que, según su análisis, es parte importante del secreto de su éxito. “Tengo más coincidencias con dirigentes de mi edad de cualquier partido que con alguna gente del peronismo”, se sinceró en un encuentro con periodistas (ver aparte), e incluyó en este lote a otros dos gobernadores: el misionero Maurice Closs y la fueguina Fabiana Ríos. “Somos una generación que nacimos plurales, sin prejuicios”, comentó al explicar la que es, para él, la principal diferencia con la vieja guardia, para quienes “si no coincidías en algo, había que matar o morir”. También sostuvo que esta “mirada generacional” es necesaria para “ponerse de acuerdo en cinco o seis temas”, sea quien sea que esté en el Gobierno, una versión vernácula del Pacto de La Moncloa. Aunque rescató el trabajo hecho por Néstor Kirchner y Cristina Fernández para salir de la crisis legada por el neoliberalismo, aseguró que “falta la segunda fase de inclusión, la inclusión a nivel regional”, para conseguir soluciones estructurales para su provincia, una de las más postergadas.

En ese sentido, Urtubey aboga por la creación de “un fondo de convergencia” que priorice el desarrollo de las provincias más necesitadas del país, ya que en los términos vigentes “la coparticipación es imposible de arreglar”. El proyecto prevé la inyección de 3600 millones de pesos anuales en las once “provincias divergentes” para fomentar la inversión en infraestructura que “generen condiciones para sostener el crecimiento con desarrollo”. Esto permitiría que alcancen “niveles de convergencia” con el resto del país en catorce años. Las provincias divergentes (las regiones del Noroeste y del Nordeste argentinos, más San Juan, La Rioja y Entre Ríos) son aquellas cuyo PBI per cápita es menor al 75 por ciento del nacional, y a la vez coinciden con las que encabezan el ranking de necesidades básicas insatisfechas.

Informe: Nicolás Lantos.