El debate de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual volverá a colarse hoy en el recinto del Senado. Ayer fracasó en la Comisión de Labor Parlamentaria la propuesta del kirchnerismo de ratificar la fe de erratas incorporada al texto por Diputados y que acompañó la promulgación de la ley en el Boletín Oficial, pero que “no fue informada” durante el tratamiento en la Cámara alta. El senador Samuel Cabanchik volverá a insistir en la sesión de hoy en que el Gobierno modifique su promulgación sin la errata, lo que obligaría al Ejecutivo a reenviar la ley al Parlamento. La UCR, en tanto, presentará hoy una impugnación administrativa ante el Congreso y el Ejecutivo para frenar la vigencia de la ley, reservándose “el derecho de accionar judicialmente” si la iniciativa no prospera.

La discusión sobre el tema consumió ayer gran parte de la reunión de Labor Parlamentaria, de la que participan los presidentes de todos los bloques políticos del Senado. Julio Cobos puso sobre la mesa dos posibles soluciones a los cuestionamientos de la oposición sobre al promulgación de la ley de Comunicación Audiovisual. Una, impulsada por el oficialismo, que proponía que el Senado ratifique hoy la fe de erratas que la Cámara baja incorporó al texto. La otra, del ex Coalición Cívica Cabanchik, que reclama al Ejecutivo una rectificación de la promulgación de la ley, quitándole la fe de erratas, lo que devolvería la ley al Congreso. Todo en medio de las acusaciones de la oposición hacia el secretario parlamentario, Juan Estrada, que debería haber puesto en conocimiento de los senadores el texto que la Cámara baja había remitido en medio del debate en el Senado.

No hubo acuerdo posible. Cabanchik volverá a plantear hoy su propuesta en el recinto, sin muchas chances de que prospere. El oficialismo rechazará la propuesta y ratificará su postura de que se trató de un procedimiento habitual entre ambas cámaras. La fe de erratas, que incorporó Diputados, corrigió la referencia que en los artículos 95 y 124 se hacía a dos artículos de la ley (88 y 116), cuando correspondían a otros (97 y 126).

Después de rechazar la iniciativa de Cabanchik, el kirchnerismo hizo propia la propuesta del díscolo senador oficialista Guillermo Jenefes –dueño de un multimedio de comunicación en Jujuy– y propondrá que el Senado ratifique el decreto de mayo de 2005, por el cual el entonces presidente Néstor Kirchner prorrogó por diez años las licencias de los canales abiertos de TV y de cable, que ya tiene la aprobación de la Cámara baja.

Para Jenefes, tal como lo planteó durante el debate de la ley, la necesidad de que el Senado convalide el DNU es “un tema de seguridad jurídica”. Aunque ahora, cerca del senador jujeño afirman que no se trata de favorecer a nadie “porque el que tiene más de 24 licencias –como autorizaba la ley anterior– estaba fuera de la ley y no tendrá derecho a reclamos”. Aunque la propuesta no sería parte de la sesión de hoy, sino que llegaría al recinto en una próxima sesión de la Cámara alta.

El radicalismo escogió otro camino para reclamar la “inconstitucionalidad” de la ley de Comunicación Audiovisual. Sus abogados trabajaron hasta ayer por la noche para que los senadores Gerardo Morales y Ernesto Sanz presenten hoy una impugnación contra la sanción de la ley.

El recurso administrativo, que presentará la UCR ante el Congreso y el Gobierno, impugna el procedimiento de la sanción de la ley y la fe de erratas, además de promover un sumario administrativo en el ámbito parlamentario. Aseguran que el escrito, basado en la ley de procedimiento administrativo, frenaría la vigencia de la ley de medios y obligaría al Ejecutivo a enviar al Parlamento una ley correctiva sobre los dos artículos cuestionados.

Aunque, en el texto, Morales y Sanz se reservan el derecho de recurrir a la Justicia para pedir la nulidad de la ley si su propuesta no tiene éxito. Aunque el radicalismo no desaprovechará la tribuna para volver a cargar contra la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, pero su principal preocupación para hoy en el recinto es convertirlo en caja de resonancia y repudio contra el “escrache” que sufrió en su provincia de parte de algunos movimientos sociales y piqueteros.