Incluso en un día tranquilo, Diego Maradona se las arregló para hacer barullo. Ayer, en su paso por Canal 7, el director técnico de la Selección Argentina de fútbol denunció un antiguo pacto entre Daniel Vila y Carlos Salvador Bilardo para voltear a Julio Grondona de la presidencia de la AFA. Comparó su “que la chupen” con el “que se la recontrametan en el medio del culo” de Carlos Reutemann, pero aseguró que él, por lo menos, lo dijo en horario de protección al menor. Aludió a que las críticas a la Selección se relacionaban con la oposición de algunos medios a la ley de comunicación audiovisual promovida por el Gobierno. E insistió en que no le debe disculpas a nadie por sus exabruptos. “Además yo ya había dicho –explicó– con perdón de las mujeres.”

Alrededor de Maradona siempre hay un torbellino: no importa dónde ni cómo aparezca, en qué circunstancias o con qué compañía, en torno de él siempre se arremolina una multitud de fotógrafos, fanáticos, curiosos, cholulos, sin contar a los amigos, familiares y afines que lo siguen a todas partes. Y su aparición en el programa 6 7 8 no fue la excepción. Apenas ingresó al estudio de Canal 7, Maradona fue rodeado por una vorágine que sólo se dispersó cuando se encendieron las luces y una productora de piso, al borde de un ataque de nervios, comenzó a gritar que faltaban diez segundos para que estuvieran “en el aire”.

“Vila y Bilardo se querían quedar con la AFA”, fue una de las bombas que tiró Maradona a lo largo de una entrevista en la que –salvo excepciones– se mostró más medido que de costumbre, quizá porque el tono fue más el de un diálogo relajado que el de un reportaje periodístico. La charla, interrumpida cada pocos minutos para desarrollar, a través de “tapes”, la hipótesis del programa (que los medios no miden con la misma vara, que los mismos que hoy critican antes adulaban, que son más benévolos con expresiones soeces cuando provienen de un senador o diputado que cuando las dice el director técnico de la Selección), dejó lugar para unas cuantas perlas.

Para empezar, no bien comenzó, el programa fue interrumpido durante 18 minutos para transmitir en vivo el discurso de la presidenta Cristina Fernández sobre la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (ver página 7). Eso sí, las interrupciones fueron agradecidas por los niños –y no tan niños– que querían llevarse la firma, la foto, el recuerdo del ídolo. Hasta un chico que enarbolaba una camiseta de River pudo obtener su souvenir. Sin embargo, tranquilo y todo, interrumpido y todo, Maradona es Maradona, y tuvo tiempo más que suficiente para exponer sus reflexiones:

- “Vila me pega porque no lo apoyé para quedarse con la AFA. Bilardo en ese momento estaba con él, por eso digo que Vila y Bilardo se querían quedar con la AFA. Vila hace tres años me vino a ofrecer ayudarlo para voltear a Grondona y ahora le pide a Grondona que me eche a mí. O está mal de la cabeza o yo no tengo memoria. Y yo, memoria tengo”.

- “Vila y el Negro Avila tenían un negoción, porque se quedaban con todo el fútbol, pero ahora para pegarle a Grondona se la agarran conmigo. A Vila lo conozco mejor que nadie”.

- “Si nos quedábamos afuera del Mundial, yo me tenía que ir a Haití. El primer fusilado en el paredón era Diego Maradona. Después, cuando yo dije lo que dije, están todos ofendidos. Respecto de Reutemann, no sé en qué horario lo habrá dicho. Yo lo dije en horario de protección al menor”.

- “No me tengo que disculpar. Sí, decir que fue un desahogo, pero nada más que eso. Y a los que dijeron un montón de cosas, digo que ellos saben bien que fueron antiargentinos y esto no lo perdono”.

- “Hace cinco años que no tomo droga y que no voy a boliches. Mi vida pasa por la Selección Argentina. Yo di todo por la Selección, lo di como jugador, lo di como técnico o seleccionador”.

- “Escuché por ahí que la táctica me la hacía Bilardo. A mí Bilardo nunca me sugirió un cambio o algo parecido. El equipo lo armo yo, así como perdí los tres partidos y me la banqué. Con Uruguay decidí yo la táctica”.

- “No hay ninguna mano de Bilardo, él no decidió ningún cambio. El lo llamaba a Aimar, le decía ‘Aimar, Aimar’ y cuando él iba le decía, ‘Andá’ y lo hacía seguir trotando. Lo llamaba a Palermo y cuando Palermo iba le decía ‘Andá’”.

- “Yo tuve problemas por poner a Di María, porque querían que ponga a Insúa, pero el Pocho tiene más ida que vuelta. Mancuso y Lemme se reunieron con Bilardo, que le sugirió a ‘Mancu’ hablar conmigo para que juegue Insúa y ‘Mancu’ le contestó que hablara conmigo, pero Bilardo nunca habló; miren que yo no me comí a nadie”.

- “A Bilardo lo sobrepasa el técnico al manager. El tiene que estar con Grondona, arriba de saco y corbata. Con el equipo tenemos que estar nosotros tres”.

Informe: Nicolás Lantos.