Con más incógnitas que certezas, oficialistas y opositores preparan sus propias listas para la conformación de las 45 comisiones legislativas en la Cámara de Diputados, donde el conjunto de las bancadas de la oposición tendrá la presidencia en 25 y mayoría de integrantes en todas ellas. En medios de discusiones y reacomodamientos permanentes dentro de cada bloque, el acuerdo opositor se reunirá mañana temprano –antes del encuentro con el oficialismo– para terminar de pulir su listado, mientras delinean el perfil de los legisladores que participarán en las 23 comisiones especiales de control cuya conformación se discutirá en febrero. El bloque K tendrá la mitad menos uno en cuatro comisiones consideradas “estratégicas para la gobernabilidad” –Presupuesto, Asuntos Constitucionales, Juicio Político y Peticiones, Poderes y Reglamento–, pero no presidirá todas.

Mañana a las cinco de la tarde volverán a verse las caras opositores y oficialistas en la comisión negociadora que terminará de confeccionar la composición de las 45 comisiones. La comisión ad hoc integrada por 30 diputados de todos los bloques se sentará a la mesa para darle la puntada final a la integración de las comisiones legislativas si no hay imprevistos de último momento.

Antes de enfrentar al oficialismo, el interbloque opositor se reunirá para cerrar la lista que defenderán en el encuentro con los K y sus aliados. Un tema que ha traído más de un dolor de cabeza dentro de los bloques mayoritarios. El radicalismo se juntó ayer para tratar de sellar su propia propuesta hacia adentro del marco de la oposición, aunque los casilleros no se completaron: los 44 miembros de la unificada bancada de la UCR –radicales y cobistas– tenían aspiraciones similares y la mayoría de ellos disputaban lugares en una decena de comisiones relevantes. Algo parecido atravesaba a los 29 legisladores del principal bloque del PJ disidente, que preside Felipe Solá.

En las negociaciones previas, los bloques de la oposición le pusieron número al reparto de comisiones y hasta nombre y apellido a las presidencias de varias de ellas para no resquebrajarse antes de bajar al recinto para enfrentar al oficialismo por el control de la Cámara baja. El reparto original le asignaba siete presidencias a la UCR, seis al PJ disidente, cinco a la Coalición Cívica, cuatro al centroizquierda, una para el socialismo y otra para el GEN de Margarita Stolbizer.

Así se aseguraron la presidencia de distintas comisiones varios de los principales referentes del pacto opositor. Por ejemplo el federado Ulises Forte y diputado del bloque de las patronales agrarias de la mano del Acuerdo Cívico y Social, con el apoyo de cívicos y radicales para ocupar la comisión de Agricultura. La ahora peronista disidente Graciela Camaño seguirá al frente de Asuntos Constitucionales, a cuya presidencia accedió en la boleta del Frente para la Victoria, con el respaldo de Elisa Carrió y de Solá. La esposa de Luis Barrionuevo no era vista con buenos ojos por los integrantes de algunos bloques de centroizquierda que descreían de su alineamiento hasta que se sumó al acuerdo opositor. El radical Juan Carlos Vega irá a Legislación Penal. En tanto Gabriela Michetti continuará en Relaciones con el Mercosur, la única que manejó el macrismo hasta ahora en la Cámara.

Por el centroizquierda (el sector más favorecido en el reparto opositor), Fernando “Pino” Solanas (Proyecto Sur) se quedó con Energía y Combustible, Victoria Donda (Libres del Sur) con Derechos Humanos y Miguel Bonasso (Diálogo por Buenos Aires) con Recursos Naturales y Medio Ambiente; mientras Claudio Lozano (P. Sur y CTA) era el principal aspirante para ocupar Legislación del Trabajo, hasta ahora en manos de un diputado K, el abogado cegetista Héctor Recalde. Una decisión que no compartiría parte de los diputados del peronismo disidente, mucho más cercanos a la CGT que la CTA, e incluso obligaría a algunos de los bloques mayoritarios a resignar una presidencia propia. Algo poco probable. En tanto, el socialista Roy Cortina estará al frente de Cultura, la comisión que reclamó su partido; y el GEN quiso presidir la Comisión de Prevención de Adicciones, aunque aún no le ha puesto nombre al cargo.

El oficialismo, en cambio, prefiere armar su propia lista en silencio y en medio de una selección de kirchneristas incondicionales para integrar las comisiones clave. La confecciona la mesa chica del bloque K y la diputada mendocina Patricia Fadel y el bonaerense Mariano West serán los encargados de defenderla en la comisión ad hoc. Por ahora trascendió que el santafesino Gustavo Marconato, el tucumano Gerónimo Vargas Aignasse y la bonaerense Adriana Puiggrós seguirán como presidentes de Presupuesto, Peticiones y Reglamento y Educación, respectivamente. Mientras, se menciona a María Laura Leguizamón para estar al frente de Juicio Político. Asuntos Constitucionales y Justicia, las otras dos comisiones que aspiraba a dirigir el oficialismo, pasarán a manos opositoras.