La comunidad educativa no está dispuesta a aceptar mansamente la designación de Abel Posse como nuevo ministro de Educación de la ciudad de Buenos Aires. Pese a la defensa del flamante funcionario por parte del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, trabajadores de los gremios docentes comenzaron una colecta de firmas para pedir la renuncia de Posse, quien según los maestros viene desplegando “de manera extendida concepciones antidemocráticas y fascistas” desde antes de asumir su cargo la semana pasada. A partir de mañana, por la tarde se instalarán mesas a lo largo de la Avenida de Mayo para juntar firmas y el viernes se realizará un acto de “desagravio” a las mujeres, los jóvenes, los organismos de derechos humanos y los artistas agredidos por los dichos del ministro. Además, desde el Colegio de la Ciudad también comenzaron a juntar adhesiones para una carta de rechazo al nuevo ministro, que ya cuenta con las firmas de educadores prestigiosos como Inés Dussel, Flavia Terigi y el rector de esa institución, Néstor Abramovich.

En medio de las críticas de docentes y sectores de la oposición porteña, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, renovó ayer sus cuestionamientos al titular de la cartera educativa y consideró que “la currícula de la ciudad y el ministro de Educación son incompatibles”. “Hay que ponerse en una situación clarita y definitiva. O Macri sostiene al ministro de Educación y cambia la currícula, o sostiene la currícula y cambia al ministro de Educación”, arremetió Fernández.

En la sede del gremio docente Ctera se reunieron organismos de derechos humanos como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, organizaciones sociales y sindicales, representantes de centros culturales, legisladores de partidos políticos de la oposición, dirigentes de centros de estudiantes, profesores universitarios y pedagogos. Allí conversaron sobre la designación del nuevo ministro y los pasos a seguir en la campaña por la “renuncia inmediata de Abel Posse como ministro de Educación”.

La designación de Posse resulta “absolutamente inaceptable para cualquier sociedad que se proponga promover y extender el alcance del derecho a la educación y combatir la exclusión y la discriminación”, señalaron a través de un comunicado. Según la UTE, la decisión de Mauricio Macri “es un insulto a la memoria de los miles de estudiantes y de los 650 docentes asesinados y desaparecidos durante la última dictadura militar”.

El plan de actividades prevé colocar entre las 17 y las 19 del miércoles mesas de difusión en la Avenida de Mayo y Rivadavia. El viernes, en tanto, harán un acto y recital a las 18 en Avenida de Mayo y Bolívar de “desagravio a la niñez, la juventud, las mujeres, los artistas y organismos de derechos humanos ante las agresiones verbales que les profirió el designado ministro de Educación de la ciudad”. Entre los expertos en educación que ya firmaron la solicitada se encuentran Alejandra Birgin, Carlos Cullen, Abraham Gak, Daniel Galarza, Carlos Skliar, Silvia Finocchio, y Myriam Feldfeber.

“Hoy vemos jóvenes drogados y estupidizados por el rock”, había afirmado el ministro antes de asumir. Entre otros conceptos vertidos en notas de opinión y declaraciones públicas, Posse consideró que “reprimir es obligación del Estado”, y que hablar de “prevención educativa e inclusión social” es “fugarse de la batalla central contra la inseguridad”.

Por su parte, los profesores de educación media y superior nucleados en Ademys resolvieron “declarar en las escuelas de la ciudad el estado de asamblea permanente de docentes, padres y alumnos, denunciar en carteleras de los establecimientos el peligro que representa Posse para la integridad escolar y denunciar en los actos escolares la decisión de poner a este personaje que rompe el piso de la convivencia democrática de la ciudad”.