[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

”Es un día muy triste para la Justicia. Con mi destitución, el Tribunal ha dilapidado una gran oportunidad para comenzar a recrear la credibilidad perdida en los representantes de las instituciones argentinas, principalmente la Justicia”.
El ex juez de Salta Roberto Elio Gareca –famoso por investigar al poder político local– utilizó estas palabras para definir la decisión del jurado de enjuiciamiento de la provincia de separarlo de su cargo.
Desde que asumió como juez de instrucción de la cuarta nominación de Salta, Gareca procesó a 20 funcionarios y dirigentes salteños. Entre ellos se destacan los nombres de dos funcionarios cercanos al gobernador y compañero de fórmula de Carlos Menem en la interna del justicialismo, Juan Carlos Romero.
Según recordó ayer el juez, fue él quien procesó al ex secretario de Obras Públicas, Luis Siegrist, y al ex ministro de la Producción, Gilberto Oviedo, al que acusó de irregularidades en la contratación de 18 obras públicas a través de empresas a nombre de familiares, por un valor aproximado de 40 millones de pesos. Pero además, Gareca ordenó la detención del intendente de General Güemes, Alberto Rubén Cavana, también del peronismo.
Para el ex juez, estas investigaciones fueron la causa principal por la que el Jurado de Enjuiciamiento decidió separarlo de su cargo. Su defensor explicó que las dos acusaciones no tienen fundamento: se lo acusó de “retardo de Justicia”, algo difícil de evitar en un juzgado que –según explicó– recibe 16 mil causas por año. La segunda denuncia se basó en un supuesto prejuzgamiento a raíz de declaraciones públicas de Gareca.
Cuando el Tribunal leyó la sentencia, un grupo importante de abogados, magistrados, académicos y personalidades de Salta se reunieron para repudiar la decisión. En ese momento, el ex magistrado explicó que uno de los integrantes del Tribunal, el diputado Damián Estrada, debería haberse excusado porque está imputado en una causa que está a su cargo. “El que yo investigaba, ahora me juzgaba a mí”, explicó Gareca.
Además, el ex magistrado descalificó al presidente del Tribunal y titular de la Corte Suprema de Justicia provincial, Guillermo Posadas. “Fue juez del Proceso Militar. Juró por las actas y los estatutos de los que usurparon el poder. Un juez que mancilló la Constitución no tiene autoridad ética ni moral para destituirme”, acusó Gareca, quien también descalificó a otro de los integrantes del Jurado, Edgardo Vicente, al que acusó de cobrar sueldo y jubilación al mismo tiempo.
Rodeado por sus familiares y por quienes se acercaron a respaldarlo, Gareca explicó que apelará el fallo ante la Corte Suprema de la Nación. “Mi sentencia ya estaba firmada. La otra es la que hoy firmó el pueblo, que se traduce en este aplauso y el repudio a este fallo”, concluyó.