La presidenta Cristina Fernández buscará hoy apuntalar el apoyo de las provincias en la discusión sobre la modificación al impuesto al cheque que intenta imponer la oposición en el Congreso. Con este fin, recibirá en la Quinta de Olivos a los gobernadores con los que el gobierno nacional mantiene buena relación, entre oficialistas y aliados, para debatir el tema y tratar de que los mandatarios provinciales influyan en la decisión de sus legisladores, en particular en el Senado, donde el kirchnerismo pone sus fichas para bloquear la iniciativa. Mientras algunos de los invitados, los más cercanos a la Casa Rosada, anticiparon que apoyarán al Gobierno en esta discusión, otros, como el salteño Juan Manuel Urtubey o el cordobés Juan Schiaretti, llevarán sus propias propuestas para negociar una contrapartida.

El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, pertenece al primer grupo: tras acusar a la oposición de buscar “desfinanciar al Estado nacional” a través de la reforma de la ley del cheque, ya que “cualquier decisión unilateral, no contemplando las atribuciones propias del poder administrador, constituye una afrenta a la gobernabilidad”, admitió que un debate sobre el reparto de dinero es “necesario” y está “pendiente desde la reforma constitucional de 1994”. También reconoció que “las provincias que tienen más deuda tienen menores grados de libertad desde el punto de vista de su autonomía fiscal”. Por eso, adelantó el chaqueño, en la reunión de hoy pedirá “madurez política para garantizar solvencia fiscal para la Nación y las provincias”.

Una posición similar a la de Capitanich van a mantener los gobernadores oficialistas Daniel Scioli (Buenos Aires), Sergio Urribarri (Entre Ríos), Maurice Closs (Misiones), Gildo Insfrán (Formosa), José Luis Gioja (San Juan), José Alperovich (Tucumán) y Walter Barrionuevo (Jujuy), además del radical K Gerardo Zamora (Santiago del Estero). El jujeño Barrionuevo argumentó contra un nuevo esquema de reparto del impuesto al cheque ya que, sostuvo, “no es así como las provincias van a resolver sus problemas”, pero sostuvo que la reunión de hoy “será una buena oportunidad” para analizar la relación financiera entre el Estado central y los distritos.

El resto de los invitados llevará propuestas alternativas para resolver el problema del financiamiento local. Mientras que el salteño Urtubey insiste con un fondo de inversión para las provincias con mayor índice de necesidades básicas insatisfechas, el cordobés Schiaretti propondrá seguir adelante con el nuevo reparto del impuesto al cheque pero negociar, a cambio, un recorte al Programa de Asistencia Financiera con el que hoy en día el gobierno nacional gira fondos a las provincias. También irán con posturas similares los gobernadores Celso Jaque (Mendoza), Beder Herrera (La Rioja), Oscar Jorge (La Pampa), Daniel Peralta (Santa Cruz), más el radical K Miguel Saiz (Río Negro).

Entre los ausentes están los abiertamente opositores (según fuentes del oficialismo, “hablan y actúan sumergidos en las campañas”), como Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Mario Das Neves (Chubut) y el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. El chubutense, que aspira llegar a la Casa Rosada en 2011, aprovechó el episodio para diferenciarse una vez más de Cristina Fernández. “Antes de sentarme a la misma mesa, la Presidenta va a tener que dar una respuesta seria, responsable y pública de por qué discrimina, retacea y paraliza fondos a las provincias”, señaló. Mientras se esté llevando a cabo la reunión de mañana en Olivos, Das Neves participará en Córdoba de una disertación ante empresarios sobre, justamente, “La nación y su relación con las provincias”.

Por su parte, el santafesino Hermes Binner, que no fue invitado al encuentro con la Presidenta, reafirmó su predisposición a formar parte de este tipo de actividades y de “todo lugar donde haya que decidir qué Argentina queremos”. El gobernador socialista destacó que “20 de las 24 provincias reclaman lo mismo, tienen crisis que son debidas a una falta de construcción económica nacional que les permita vivir con dignidad” y aclaró que “el tema es la gente”, ya que, según aseguró, “hay un 30 por ciento de la población que tiene problemas para llegar a fin de mes”.