La izquierda también hizo su acto por el Bicentenario. Fue en la Plaza Lorea, donde entre banderas rojas y citas de Mao, catorce oradores hicieron críticas al Gobierno y reclamaron “terminar con la dependencia”. Sobre el escenario, que tuvo en el telón de fondo la consigna “No al pago de la deuda”, los dirigentes cuestionaron por igual a los partidos de la oposición parlamentaria. Llamaron a “completar la revolución que la burguesía fue incapaz de realizar” y aseguraron que la crisis internacional genera para la clase trabajadora un marco político equiparable “al de 1810”.

La tarde tuvo un arranque insólito. El primer orador en subir al escenario abrió su discurso recordando que en 1910 los anarquistas hicieron un contracentenario. Con ese pie, se puso a criticar a las organizaciones que iban a seguirlo en el uso de la palabra: “La izquierda dice que no hay condiciones para hacer lo mismo”, “la izquierda ha sepultado la posibilidad de organizar a los trabajadores”, descargó ante un público que lo escuchó inicialmente atónito, tratando de adivinar qué pasaba. El orador se había presentado como Juan Marino y había contado que su agrupación, la Tendencia Piquetera Revolucionaria, era reciente. Cuando dijo que por culpa de la izquierda “no están acá las comisiones de trabajadores combativas”, la paciencia de los manifestantes se terminó y empezaron a silbarlo. Se bajó del escenario entre chiflidos, aunque después de denunciar “la humillación que generó esta izquierda”.

Desde el día anterior, en la plaza se había instalado un acampe piquetero de la Corriente Clasista y Combativa. Se hizo un festival y a las cero horas del 25, como en los festejos que se realizaban en la 9 de Julio, los acampantes cantaron el himno. “Aunque cantamos la versión completa, incluyendo las estrofas que le sacó (Julio Argentino) Roca”, apuntó Emilia Marian, del Partido Comunista Revolucionario, al que pertenece la CCC. En la plaza también hubo paneles sobre la situación de los trabajadores y la deuda externa, tema que unificó al maoísmo con los partidos trotskistas para hacer el acto conjunto. Allí, en un orden obtenido por riguroso sorteo, hablaron representantes de las catorce organizaciones participantes y fue leído un documento común. Además de los ya mencionados, estuvieron el Partido Obrero (PO), el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), Convergencia de Izquierda, Izquierda Socialista, el Frente Obrero Socialista (FOS), el Foro Argentino de la Deuda Externa e integrantes de Proyecto Sur como el Partido Socialista Auténtico, entre otros.

Los organizadores invitaron a subir al palco a un delegado de la fábrica de Ricardo Fort, Felfort, que contó el conflicto sindical que atraviesan. “De 500 trabajadores, 250 son contratados por agencia, y 110 deberían estar en planta permanente porque tienen entre seis meses y 8 años de antigüedad.” Fue de los más aplaudidos de la tarde.

La deuda, la extracción británica de petróleo en Malvinas, las reacciones de los trabajadores de Grecia y España contra los ajustes por la crisis fueron los temas más tocados. Cristian Castillo (PTS) denunció que “la deuda externa sigue creciendo. La clase dominante argentina sigue esquilmando los bolsillos obreros y populares para pagarla”. Vilma Ripoll (MST), la única mujer oradora, criticó la política oficial frente a la extracción de petróleo en Malvinas y cuestionó que el Ministerio de Economía use para el canje de deuda los servicios de un banco “socio de las petroleras”. Marcelo Ramal (PO) habló del marco global: “En 1810 asistimos a un período dominado por una crisis mundial con levantamientos populares. Ese proceso coincide con este bicentenario, dominado por una crisis mundial superior a aquella”, sostuvo.

El acto mostró poca gente. “La intención era sólo sentar una posición en los festejos –aclaró uno de los organizadores–. Lo pensamos como mitad acto, mitad radio abierta.”