“No estamos especulando con sacar rédito de los festejos del Bicentenario, como ya algunos están pensando. Se trató de una fiesta con conciencia, memoria, identidad y justicia. El pueblo argentino fue el gran protagonista.” Néstor Kirchner salió al cruce de las interpretaciones que hicieron eje en qué sector político capitalizaría electoralmente el éxito del Bicentenario. “Algunos deberían sacarse la urna de la cabeza. Ahora todos hacen interpretaciones sobre lo que acaba de ocurrir hace algunos días. La lectura debe ser ésta: se trata de la Argentina que queremos”, dijo el titular del justicialismo. Fue ayer en San Miguel de Tucumán, donde Kirchner encabezó una nueva reunión del Consejo Nacional del PJ. En su primer discurso público tras la semana del Bicentenario, el santacruceño insistió con su cuestionamiento a las “especulaciones” que pretenden ver “a quién le deja más rédito” a la masividad de la convocatoria. “Esta fue una fiesta con conciencia, compromiso político, memoria e identidad”, subrayó el diputado y secretario general de la Unasur.

El santacruceño participó de la inauguración de la nueva sede del PJ tucumano. Lo acompañaron el gobernador José Alperovich y su esposa, la senadora Beatriz Rojkés, vice del partido; también Daniel Scioli, Hugo Moyano, Jorge Capitanich y Sergio Urribarri, los otros vicepresidentes y miembros de la mesa chica del justicialismo. Tras estrenar la nueva sede partidaria, Kirchner encabezó la sesión del Consejo del PJ en la que se dedicó sobre todo a hacer un análisis de la situación económica internacional. En la reunión estuvieron los gobernador José Luis Gioja (San Juan), Luis Beder Herrera (La Rioja), Juan Manuel Urtubey (Salta), Jorge Capitanich (Chaco), Gildo Insfrán (Formosa) y Walter Barrionuevo (Jujuy). El ministro del Interior, Florencio Randazzo, ofició de vocero, pero no quiso hablar de fórmulas con vistas al 2011. “Falta mucho tiempo y no podemos pensar en eso porque tenemos mucho trabajo”, respondió.

La decisión de no hablar de fórmulas presidenciales no fue una casualidad. La llegada de Kirchner a la capital tucumana había sido preparada con una serie de pintadas a lo largo de la ciudad: “Kirchner-Alperovich 2011”. Al momento de los discursos, la sede del PJ tucumano estaba colmada por unas 400 personas. Cuando terminó la reunión del Consejo, Moyano y Scioli se acercaron al micrófono para los discursos. También habló la senadora Rojkés. Como titular del PJ provincial, hizo un discurso propio de una dueña de casa que asume el rol de anfitriona. “Nunca hemos visto que a ningún presidente se lo haya castigado con tanta crueldad, ni aún en los gobiernos de facto, como sucedió con Cristina Fernández de Kirchner. Pero la Presidenta demostró un coraje que pocas veces vimos para continuar con este proyecto de país que nosotros elegimos acompañar, primero junto a Néstor y luego con Cristina”, elogió.

En un discurso esperado por los asistentes, Kirchner volvió a defender enfáticamente a su esposa: “Cristina tuvo que soportar ataques arteros”. Enseguida cuestionó, esta vez sin mencionarlo de modo directo, al Grupo Clarín. “Un poderoso diario de este país jamás entendió cómo una mujer podía asumir el poder para profundizar el modelo”, cuestionó. Las críticas se extendieron también al conglomerado opositor. “Hay que estar preparado para dirigir el país. No se puede jugar la gobernabilidad de la Argentina. La oposición, en lugar de pensar y buscar alternativas, es una máquina de impedir. Nosotros luchamos por las grandes banderas de la patria”, cargó el diputado y secretario general de la Unasur. Al aludir al Bicentenario, Kirchner incorporó un tópico que no venía mencionando en sus últimos discursos: el “respeto” del otro. “El Bicentenario debe dejar dos lecciones. Mejorar en democracia y respetar al otro, porque no se gana descalificando a los demás”, exhortó.

En una repetición de una verdadera marca registrada K, el titular del PJ destacó las medidas de gobierno dispuestas por su esposa (“todas fueron pensadas en beneficio del pueblo”), pero también subrayó la importancia de mantener los superávit gemelos. “La Argentina debe mantener los superávit fiscal y comercial y consolidar seriamente el perfil industrial”, planteó.