La ministra de Defensa, Nilda Garré, y el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, encabezaron ayer un acto en el que recordaron el 55º aniversario de los bombardeos a Plaza de Mayo y homenajearon a los granaderos que murieron defendiendo al gobierno constitucional. “Este humilde homenaje es una rectificación de lo que ocurrió y un agradecimiento a todos aquellos que defendieron la integridad de la Nación sin atentar contra la vida de sus habitantes”, afirmó Garré. El funcionario, por su parte, expresó que “ese 16 de junio de 1955 se puso la piedra fundamental del terrorismo de Estado en Argentina”. El acto tuvo lugar en la Secretaría de Derechos Humanos, donde también se presentó el primer documento producido por el Estado sobre la masacre, en el que la unidad de investigación del Archivo Nacional de la Memoria (ANM) detalló que la acción militar fue protagonizada por los pilotos de la aviación naval junto a un grupo aeronáutico y a sectores de la Iglesia. “Un día nublado como hoy, en el que nada parecía alterar la rutina de Buenos Aires, el ruido de aviones irrumpió en la ciudad y una lluvia de metrallas fue arrojada sobre la población civil, que ni siquiera estaba reunida para un acto político”, expresó Duhalde y explicó que los presentes “vieron una lluvia homicida que cayó sobre ellos en forma de bombas y metralla”. Agregó que “este hecho brutal, dejó al menos 302 muertos”. Lo escuchaban cerca de ciento cincuenta personas, entre ellas ex granaderos y numerosos familiares de las víctimas del bombardeo, así como la presidenta de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lita Boitano, y la integrante de Abuelas de Plaza de Mayo Línea Fundadora Tati Almeida. La ministra Garré relató su experiencia personal. “Tenía ocho años y mi mamá me estaba llevando a la escuela. Cuando estábamos subiendo al tranvía se escuchan estruendos. Mi papá vino corriendo y nos bajó del tranvía. Subimos al departamento y vimos las bombas cayendo y los aviones que pasaban.” La funcionaria homenajeó a los conscriptos del Regimiento de Granaderos, que defendieron al entonces presidente Perón y al orden constitucional. Por último, se entregó un diploma en reconocimiento a los nueve granaderos fallecidos durante el ataque. El ex granadero Francisco Romero recibió la distinción en nombre de todos ellos. Con voz entrecortada por el llanto, recordó que “el tiempo pasaba y nadie se acordaba de que chicos de veinte años habían muerto defendiendo la Constitución Nacional”. “Creo que la historia tiene que recordar la valentía que tuvo el Regimiento de Granaderos”, dijo Romero, mientras un aplauso cerrado marcaba el fin del acto.